
Opinión
Océanos con fiebre
La temperatura global oceánica aumentó 0,9 °C desde la época preindustrial, esta condición actual podría impulsar el desarrollo de ciclones tropicales.
Además de los mecanismos relacionados con la variabilidad natural del sistema climático, sabemos que alrededor del 90% del exceso de calor asociado al calentamiento global ha sido absorbido por el océano, lo que ha provocado que la temperatura global de la superficie oceánica haya aumentado unos 0,9 °C desde la época preindustrial.
Los oceanógrafos asociados con el Programa Mundial de Investigaciones Climáticas, copatrocinado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), han realizado una evaluación colectiva de las tendencias mundiales recientes y de lo que cabe esperar en el futuro. Entre otras cosas, se ha observado un calentamiento del océano en toda la cuenca y un aumento de las olas de calor marinas.
La temperatura media mensual de los océanos alcanzó máximos históricos. Alrededor del 90% del exceso de calor asociado al calentamiento global ha sido absorbido por el océano. La agencia de meteorología señala que un 27% del océano mundial está experimentando una ola de calor marina desde agosto de 2023.
Además de afectar al medio marino y a los ecosistemas asociados, el calor oceánico también impulsa el desarrollo de ciclones tropicales.

Desarrollo de ciclones tropicales
La agencia Programa Mundial de Investigaciones Climáticas señala que las olas de calor marinas se producen cuando la temperatura de los océanos de una región determinada es muy superior a la media durante un período prolongado. El aumento de la temperatura de los océanos afecta al medio marino y a los ecosistemas asociados, y el calor oceánico también puede impulsar el desarrollo de ciclones tropicales. Es como un combustible.
Las condiciones de El Niño se han desarrollado por primera vez en siete años. Las temperaturas de la superficie del Pacífico tropical son más cálidas durante los años de este fenómeno, ya que el contenido de calor de la parte superior del océano se redistribuye de oeste a este, lo que explica el intenso calentamiento que se está produciendo en el Pacífico ecuatorial oriental.
El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la atmósfera. Tiene una gran influencia en las condiciones climáticas de diversas partes del mundo.
Además, un estudio reciente ha demostrado que las olas de calor marinas más extendidas se han producido durante los grandes episodios de El Niño.
Es posible que existan otros factores locales del calentamiento oceánico. Sin embargo, se necesitan más datos e investigaciones para identificar definitivamente los mecanismos específicos de las actuales olas de calor marinas en diferentes regiones, señala la agencia.
Además de los mecanismos relacionados con la variabilidad natural del sistema climático, sabemos que alrededor del 90% del exceso de calor asociado con el calentamiento global ha sido absorbido por el océano, lo que ha provocado que la temperatura global de la superficie oceánica haya aumentado unos 0,9 °C desde la época preindustrial.
Este calentamiento a largo plazo se manifiesta como una intensificación y persistencia de las temperaturas extremas del océano, al exacerbar (agravar) el impacto de las variaciones climáticas internas como El Niño y la Oscilación del Atlántico Norte. Por tanto, es muy probable que el cambio climático haya contribuido a la intensidad y cobertura generalizada de las actuales olas de calor marinas.
La agencia señala que los pronósticos predicen que el calentamiento generalizado continuará durante los próximos meses. A nivel regional, las olas de calor marinas en el Atlántico tropical tienen entre un 50% y un 80% de posibilidades de persistir hasta el invierno boreal de 2023, aunque la confianza en estos pronósticos generalmente disminuye a medida que aumenta el tiempo de anticipación.
Impacto en los ecosistemas
Cada año, las olas de calor marinas impactan los ecosistemas marinos en todo el mundo, lo que genera miles de millones de dólares en daños a los ecosistemas marinos y a industrias como la pesca o el turismo. Durante el verano, las olas de calor marinas causan estrés por calor en una gran variedad de especies, incluidas especies fundamentales como pastos marinos, algas y corales.
Aparte de los ecosistemas, el calor del océano es una importante fuente de combustible para el desarrollo de ciclones tropicales. Las olas de calor marinas en el Océano Índico tropical contribuyen a la rápida intensificación de los ciclones y a las fluctuaciones en las precipitaciones monzónicas (monzones, de estación) con veranos muy lluviosos e inviernos secos.
Debido al actual calentamiento global en respuesta a las incesantes emisiones de gases de efecto invernadero, se prevé que los casos de calentamiento extremo de los océanos aumenten aún más en frecuencia, duración e intensidad. Si no se realizan esfuerzos drásticos de mitigación y adaptación, cada incremento del calentamiento futuro puede provocar graves impactos en la biodiversidad, estructura y la función de los ecosistemas marinos.
A su vez, las actividades humanas socavan los recursos y la biodiversidad de los océanos: más de un tercio de las poblaciones de peces del mundo se explotan a niveles biológicamente insostenibles; gran parte de los arrecifes de coral ha sido destruida; la contaminación por plásticos ha llegado a las islas más remotas y a las fosas oceánicas más profundas; y las zonas costeras muertas por la contaminación terrestre cada vez más.
Debemos revitalizar los océanos, son los pulmones de nuestro planeta. El mar produce más de la mitad del oxígeno y da sustento a más de mil millones de personas, pero la humanidad los contamina y acaba con sus recursos. La ONU llama a una acción colectiva hacia un equilibrio para seguir aprovechándolo y, al mismo tiempo, devolverle la vida que ha perdido.
(El autor es abogado -MAT. 764 STJ CHACO- y especialista en evaluaciones ambientales).
