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El riesgo de autos cada vez más pesados

En Estados Unidos hay varios organismos dedicados a la seguridad en el mundo del transporte. El más conocido es la NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras) por ser el equivalente al Euro NCAP o el Latin NCAP.

Pero también existe la NTSB (Junta Nacional de Seguridad en el Transporte), que se dedica exclusivamente a la investigación de accidentes en los que está involucrado algún medio de transporte, incluidos los automóviles.

En enero pasado, la titular de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, Jennifer Homendy, advirtió un problema de seguridad que nadie vio venir con los autos eléctricos: el incesante aumento de peso debido a las baterías.


Es que en los últimos años la tendencia del mercado es clara: los coches son más pesados que nunca y a algunos fabricantes se les está yendo de las manos esta cuestión.

Es algo que afecta a absolutamente todos los modelos, incluso a los que tradicionalmente han sido pesos pluma. Es el caso del Mazda MX-5 (el NB de 110 CV pesaba 1035 kg en 2001 y el ND de 131 CV pesa 1114 kg en el mejor de los casos) o de los pequeños GTI del segmento B, puesto que el Hyundai i20 N pesa 1265 kg y el Volkswagen Polo GTI 1358 kg.

LOS ELÉCTRICOS.

"Quiero tomarme un segundo y mencionar que me preocupa el aumento del riesgo de lesiones graves y muerte para todos los usuarios de la carretera debido al aumento del peso, el tamaño, la potencia y el rendimiento de los vehículos en nuestras rutas, incluidos los vehículos eléctricos", precisó Homendy.

"Un GMC Hummer EV pesa más de 4080 kg, en lugar de los 2700 kg que debería pesar su equivalente con motor térmico. Solo el paquete de baterías pesa más de 1300 kg, aproximadamente el peso de un Honda Civic", explicó la presidenta de la NTSB.

"El Ford F-150 Lightning pesa entre 900 y 1400 kg más que la versión térmica. El Mustang Mach-E y el Volvo XC40 EV son aproximadamente un 33 % más pesados que sus equivalentes de combustión. Eso tiene un impacto significativo en la seguridad de todos los usuarios de la carretera", continúa diciendo Homendy.

"Ahora quiero ser clara: me inspira el compromiso de la Administración de eliminar gradualmente las emisiones de carbono. Tenemos una crisis climática que debe abordarse. El sector del transporte de EEUU representa la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de EEUU, y creo firmemente que respirar aire limpio es un derecho humano".

SOBREPESO Y VELOCIDAD

A nadie se le escapa que, cuanto más pesado es un vehículo, más desventajas tiene en términos de seguridad, sobre todo si ese sobrepeso se combina con prestaciones cada vez más salvajes.

Por ejemplo, el BMW iX M60, SUV eléctrico de 619 CV que roza los 5 metros de largo y pesa casi 2,7 toneladas, solo necesita 3,8 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h. Aunque el formato es radicalmente opuesto, acelera más rápidoque un Porsche 718 Cayman GTS 4.0, que pesa 1480 kg y necesita 4,5 segundos para completar el 0 a 100 km/h.

Obviamente y, por muy buenos que sean sus frenos, el SUV eléctrico frenará peor que el Porsche.

Es un ejemplo muy radical, pero sirve para ilustrar lo que comentó Homendy en su discurso, poniendo de manifiesto que más peso, más tamaño y mejores prestaciones significan menos seguridad, al menos sobre el papel.

Y si habla de coches eléctricos es porque son el mejor ejemplo de sobrepeso mezclado con dimensiones XXL y cifras de potencia que a menudo rozan lo absurdo.

Solo hay que ver los casos citados por Homendy, como el Ford F-150 Lightning o el Volvo XC40.

El caso del Hummer es especialmente llamativo porque pesa tanto que para conducirlo en Europa y muchos países se necesitaría el carnet de camión. Sus 4103 kg lo meten directamente en la categoría de vehículos C1, por lo que no valdría el carnet B. Los eléctricos más pequeños tampoco se salvan. El Peugeote-208 de 136 CV pesa 1530 kg, mientras que el Peugeot 208 Pure-Tech gasolina de 130 CV pesa 1233 kilogramos. Prácticamente con la misma potencia, el térmico es casi 300 kg más ligero que el eléctrico.

En gran medida, esto se debe al tamaño de las baterías que necesitan los vehículos eléctricos para garantizar cifras de autonomía mínimamente razonables, sobre todo, en el caso de los modelos más grandes.

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