Viernes 13, el día clave para las lluvias que necesita el campo chaqueño
En la provincia, luego de las lluvias del 23 de diciembre, avanzaron las implantaciones de soja y maíz, pero todavía no se completó la intención de siembra. "Estamos mejor que la zona núcleo", diferenció.
El presidente de la Bolsa de Comercio del Chaco, Ariel Ojeda definió al panorama de la provincia en materia agrícola como "más benigno" que aquel que se observa en la zona núcleo argentina por el grave impacto de la histórica sequía. "Este viernes 13 es clave para nosotros, porque hay pronósticos generalizados de lluvias con buenos milimetrajes, y los cultivos sembrados que están surgiendo, pero sufriendo, podrán recuperarse, y se podrá sembrar lo que queda de soja y maíz", dijo a NORTE el ejecutivo, dedicado al corretaje de granos, con una extensa trayectoria en el mercado.

En esa línea, Ojeda recordó que en esta parte del país, la ventana de siembra para soja se extiende hasta el 31 de enero, y la del maíz hasta el 15 de este mes. "Si llueve se va a sembrar todo lo que se pueda hasta terminar. Y 15 días después vamos a necesitar nuevas lluvias, pero los pronósticos están indicando que en febrero-marzo la situación se normalizaría", indicó.
Ventanas de siembra, a favor del Chaco

En su análisis, destacó que en esta parte del país "estamos mejor que en la zona núcleo, porque en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires siembran mucho antes que nosotros, los cultivos están desarrollados y los afectó esta seca". "Eso ya no tiene posibilidad de recuperación con ninguna lluvia. En cambio, acá estamos arrancando la carrera. Como siempre en el Chaco con poca reserva hídrica y mucho calor, pero el panorama dentro de todo es optimista", describió.
Y es optimista porque justamente el 23 de diciembre hubo una lluvia generalizada en la provincia: "No fue uniforme por milimetrajes, pero sí con precipitaciones desde el Este de Santiago del Estero hacia toda la zona núcleo", recordó Ojeda, y destacó que a partir de ese día en el Chaco los productores pudieron iniciar la siembra de soja y maíz de la campaña gruesa 2022/23.
Fue una siembra, de todos modos, algo retrasada porque "la fecha inicial es desde el 10-15 de diciembre para ambos productos", trazó. Pero destacó que desde entonces y hasta ayer, los productores sembraron.
Buena emergencia
Además, destacó que lo implantado hasta entonces emergió muy bien. Aunque la ola de calor de esta semana desafió a esos cultivos emergentes: "Ayer nos comentaban algunos clientes que ponían el termómetro a tres centímetros de la superficie y daba 56 grados; a seis centímetros, había 45 grados y a 9 centímetros, 38 grados", contó el empresario.
Así, completó: "Pudimos sembrar mucho, pero no toda la intención de siembra en el Chaco (que para soja siempre ronda las 800 mil hectáreas y para maíz es más variable, y por tanto una incógnita), y todo nació".

Por último, recordó que el país atraviesa la seca más importante de los últimos 60 años. "Ayer (por el miércoles) hubo estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, en un panorama optimista, de una producción de 37 millones de toneladas de soja y 45 millones de toneladas de maíz, es decir 10 millones menos de cada una. Eso significa casi 1,5% del PBI argentino, son casi 14.000 millones de dólares que no ingresarán", detalló finalmente.
En el Chaco, a diferencia de la zona núcleo, estamos arrancando la carrera. Como siempre con poca reserva hídrica y mucho calor, pero el panorama dentro de todo es optimista.
"Sufrió mucho el cultivo, pero la cosecha me deja conforme", dijo el ejecutivo
El girasol, con rindes aceptables y buena materia grasa
En cuanto al desempeño de la campaña girasolera en la provincia, Ariel Ojeda destacó los rindes promedio, que no fueron malos, y la buena calidad del producto cosechado.
"Se cosechó bien. Estamos con 1700/1800 kilos por hectárea, y en algunos casos aislados con más kilos. Hay buenos rendimientos de materia grasa (con 20 a 25% de bonificación por aceite), con un avance de la cosecha del 75%. Creemos que la próxima semana se terminará de cosechar", indicó.
En cuanto a los valores, explicó: "Si bien los precios no son los mismos que el año pasado (800-900 dólares por toneladas en marzo/abril), y están entre 400 y 500 dólares por tonelada como techo, son buenos valores y buenos rindes para el escenario complejo donde estamos", destacó.
En tanto, recordó que cuando la tonelada de girasol estaba en 800-900 dólares, por efecto de la guerra de Rusia y Ucrania, en el Chaco había una intención de siembra de 400 mil hectáreas. Pero después "no llovió más y se sembraron entre 130 mil y 140 mil hectáreas".