Eduardo López, el "jefe" cumple 80 años y nosotros lo celebramos con él
Hoy el "jefe" cumple 80 años, título que se ganó con trabajo, constancia, paciencia y sabiduría. Esta es nuestra manera de homenajearlo con respeto y cariño y agradecerle por su labor.

Eduardo cumple 80 años hoy. Increíble pero cierto. Fue jefe de redacción de NORTE, por más de 30 años y cosechó amigos, colegas y sobre todo supo transmitir la pasión por el periodismo con sabiduría y paciencia.

Santafecino de nacimiento, chaqueño por elección y por amor. Padre de Alejandra y abuelo de Philippa, hombre de palabras justas y datos necesarios que siempre aportan para una nota.
Eduardo cosechó cientos de amigos, en el ambiente periodístico no hay quien no lo aprecie, lo respete y no lo tenga de referencia. Es de esos de la camada que van partiendo y escribieron un gran capitulo en la historia del periodismo local.
Cuando surgió la idea de escribir para y sobre Eduardo López fueron varios de sus ex compañeros que no quisieron dejar pasar la oportunidad de recordar y celebrarlo.
Darío Vargas González, prosecretario de redacción escribe: "maestro, jefe y amigo. Sin dudas, una de las mejores personas que me permitió conocer esta profesión a lo largo de tres décadas de periodismo. Maestro, porque no dudo en ningún momento en brindarme las enseñanzas necesarias para ser un buen cronista. Jefe, porque supo cultivar ese respeto con todos los que formamos el equipo de NORTE y amigo, porque más allá de la relación laboral, siempre demostró con absoluta humildad ser una excelente persona. Salud Edu, que los cumplas feliz"
"El tio Eduardo"
La periodista Florencia Martinez escibe: "A mi me toca capaz la parte mas familiar, para muchos es una guía en el periodismo pero para mi también lo es en la vida.

Los años compartidos entre él y MAF hicieron que forjaran una amistad, y quienes vivimos esa unión lo sentimos como el tío Eduardo. Hoy me quedan escribir simplemente palabras de agradecimiento, porque cuando una duda de su labor muchas veces una palabra soluciona los miedos, y siempre - como por arte de magia, por obra de Dios o simplemente por cosas del destino, aparecía Eduardo y te mostraba que era el camino.
Celebro hoy con vos, con la tia Elida, celebro tu vida y tu pasión que ojala muchos de nosotros, esta nueva generación que parece que queremos barrer todo lo que ustedes construyeron, aprendamos de tu humildad, sencillez y compromiso"
El periodista gentil
Otro de los que no quiso estar ausente es Fabricio Glibota quien recuerda: "Cuando realizaba mis primeros pasos en la profesión tuve la fortuna de conocer a Eduardo. Aún no trabajaba en NORTE, pero claramente su nombre ya era para mí una referencia. Esta relación permitió que mi currículum sea considerado en el diario, y al poco tiempo me llamaron para ingresar a la redacción.
Bajo su mando fueron años de aprender día a día a ser un mejor periodista, a tener ganas de seguir formándome mientras salía a la calle para cubrir desde el humor de la gente por la suba del precio de los cigarrillos hasta un enfrentamiento entre policías y manifestantes o una entrevista con una figura del espectáculo, y nunca perder el don de gente. Porque López nunca dejaba que las circunstancias que pudieran darse aplacaran su gentileza con los demás, seamos unos simples aprendices o los editores más destacados, las autoridades de la editorial o las personas que diariamente trataban con él cuando llegaban a pedir por una publicación.
Y así dejó una marca imborrable que hace que todos los periodistas de NORTE desarrollemos nuestra actividad con un respeto incondicional hacia los valores que nos legó en esta redacción que hoy lleva su nombre: "Jefe Eduardo López".
Eduardo, así como todos los días te tomás el trabajo de recordar los natalicios de todos para saludarnos, hoy corresponde desearte un muy feliz cumpleaños, y que sean muchos más. Salud"
Buena persona
Hugo Horacio Peralta, periodista de policiales, expresa: "Dicen que, para ser periodistas, antes hay que ser buena persona. Así lo demostró "el jefe" Eduardo López desde que llegué a Chaco en diciembre de 2007. Fue quien me atendió por teléfono cuándo llamé desde Buenos Aires para consultar sobre el campo laboral en la provincia. Eduardo siempre estuvo a mi lado, cuándo estaba en la redacción y también alejado de la misma. Un referente del periodismo chaqueño, el que siempre tendrá una palabra de aliento y apoyo"
La huella del Jefe
"Muchos años al lado de "el jefe", un título que no es gratuito porque Eduardo se ganó con sencillez, y con don de gente, si hasta hoy al cruzarlo no se me ocurre otra manera de llamarlo. Eduardo era uno de esos periodistas que era impensable pensar que algún día no estaría más al mando de la Redacción, y su retiro dejó en el diario una huella indeleble.
En un ambiente donde todo es para hoy y no puede quedar nada para mañana y la urgencia domina Eduardo sabía cuándo intervenir con la palabra justa o la recomendación acertada, sin imponer y sin que se ponga en duda su trayectoria y experiencia. Pero lo que más recuerdo de Eduardo es su ecuanimidad. Fueron incontables las veces que bajó mi entusiasmo juvenil con una observación acertada y muchas más me alentó a seguir cuando ni yo mismo creía en mí. Para mí fue un maestro que marcó toda mi carrera, hasta hoy cuando tengo alguna duda o el entusiasmo amenaza con sacarme de la huella pienso "que diría el Jefe" y todo se encarrila sin esfuerzo" dice Ricardo Ambrosig.
Un guía indispensable
Una de las mujeres de redacción, Leticia Muñoz, resalta "contarles a nuestros lectores, los de siempre y los nuevos, qué representa Eduardo para mí como periodista, significa hablarles de una integralidad como persona y como profesional que, en este ambiente y quizás en muchos otros, es cada vez más difícil de hallar. Sí, maestros como él son una especie en extinción.
Esa nobleza de gran ser humano, su solidaridad y toda esa gran trayectoria periodística fueron las que me ayudaron –y ayudaron a tantos y tantas- a capturar la esencia de esta profesión y a comenzar en NORTE una tarea que en sus inicios no siempre conlleva satisfacciones.
Pese a compartir muy poco tiempo entre mi llegada y su retiro de la actividad, Eduardo fue fundamental para dar los primeros pasos aquí. Y al margen de mi experiencia y de lo que pueda contarles, todos sabemos aquí que su huella en el diario y en el periodismo en general quedó para siempre. Mi recuerdo permanente sobre él es como un guía indispensable en la profesión"
El "jefe" trabajador y organizado

El jefe de deportes, Willy Rodríguez, suma su testimonio: "Trabajador, pensante, organizado y siempre predispuesto a dar lo mejor y a solucionar los problemas que podían surgir en cada edición del diario. Tuve la suerte de trabajar con él y de aprender a través de sus notas en la que siempre intentó reflejar con marcada claridad los temas de actualidad con su pensamiento, opinión y una pluma destacada de nuestro periodismo.
Eduardo López dejó su sello en la redacción de NORTE y se ganó por mérito propio el apodo de "Jefe". En los momentos "calientes" cuando llegaba la hora de la definición de los temas para resolver las notas y los títulos, previo trabajo de una jornada extensa de labor, con aplomo, tranquilidad y experiencia, que le sobraba, resolvía con solvencia.
Lo único que le hacía perder la línea era su amado Colón de Santa Fe, del que es fanático en toda su dimensión. Para ver cada partido se calzaba las medias negras y rojas a modo de cábala porque entendía que podía sacar un buen resultado. Cuando los atacantes malograban los goles hasta daba unos golpes en el escritorio porque no podía creer lo malogrado. Pero hace muy poco tiempo tuvo su alegría y como buen santafesino festejó a lo grande el título de campeón del fútbol argentino que estaba pendiente.
Eduardo, hoy en otra etapa de su vida, y con el nuevo año a transitar, se convirtió en el "señor" de las calles de Resistencia por las que camina mirando diversos sectores y saludando a los conocidos y amigos con los que intercambia alguna charla y sigue con sus tareas. ¡Feliz cumple y buena vida!
El maestro de todos

El director de NORTE, Sergio Schneider, no podía faltar y escribe: "cuando los periodistas hablamos de Eduardo, "maestro" es posiblemente la palabra más repetida. Fue eso y lo sigue siendo, de la manera más eficaz: no solo por lo que dice, sino porque lo que dice coincide con su conducta.
Honesto cabal, coherente, siempre inclinado a escribir lo que creía verdadero y no lo que le convenía. Eso, por supuesto, lo volvió un personaje molesto para todos los gobiernos, sin distinción de colores. Una elección de vida a años luz de los que prefieren caer parados siempre y de esos otros que únicamente son críticos cuando en el poder están fuerzas políticas con las que no están enrolados, mientras que defienden hasta lo indefendible cuando quienes gobiernan son figuras de su misma vereda partidaria.
A la vez, Eduardo es mucho más que un maestro. Es un buen hombre, y eso aquí tiene sus premios y sus costos. A éstos últimos los asumió sin que jamás le escucháramos una queja. Sus 80 años están bañados de dignidad"
