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Preocupa la resistencia a los antimicrobianos

El uso excesivo o inadecuado de antibióticos podría constituirse, en un futuro no muy lejano, en la primera causa de muertes en todo el mundo si no se adoptan medidas urgentes para generar conciencia sobre este problema de salud pública. La Organización Panamericana de la Salud advierte que la resistencia a los antimicrobianos pone en peligro la eficacia de la prevención y el tratamiento de una serie cada vez mayor de infecciones provocadas por virus, bacterias, hongos y parásitos.

La resistencia antimicrobiana se produce cuando los microorganismos patógenos (virus, hongos, parásitos y bacterias) que causan enfermedades adquieren resistencia a los fármacos que se utilizan en los sistemas de salud para combatirlos. Según los expertos, en el año 2050 podría constituirse en la primera causa de muerte a nivel mundial si no se toma conciencia de la seriedad del problema. Por esa razón, hasta este jueves se celebra la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de los Antimicrobianos 2022, una iniciativa que promueven las organizaciones mundiales de Sanidad Animal (OMSA), y de la Salud (OMS), y de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP).

En agosto del año pasado el Senado de la Nación promulgó la ley 27.680 de Prevención y Control de la Resistencia Antimicrobiana con el objetivo de promover el uso responsable de los antibióticos y regular el expendio y uso de estos medicamentos, tanto en salud humana como en sanidad animal.

La OMS advierte, entre otras cosas, que una herida en la piel que hoy es perfectamente manejable en cualquier centro de atención de la salud podría transformarse en un caso grave si el aumento de la resistencia a los antibióticos no se detiene a tiempo. Por eso presentó en 2015 la Semana Mundial de Concientización y propuso que se conmemore del 18 al 24 de noviembre de cada año para que la población comprenda que los antibióticos se deben emplear únicamente cuando los prescribe un médico (o veterinario, en el caso de la salud animal), siguiendo siempre las instrucciones del profesional.

Investigaciones realizadas en distintos países confirmaron que la resistencia antimicrobiana avanza más rápido que el desarrollo de nuevos antibióticos. En distintos estudios que se llevaron a cabo en laboratorios de Canadá, Italia, Alemania, Reino Unido y Corea del Sur se observaron una serie de cambios en virus y bacterias que ponen en riesgo la efectividad de quimioterapias, cesáreas y tratamientos odontológicos, entre otros procedimientos.

En nuestro país, en tanto, al aprobarse la ley de Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos en el Congreso de la Nación, se informó que la norma busca fortalecer el manejo y la gestión en instituciones de salud para prevenir o disminuir infecciones, mejorar la gestión de la prescripción, dispensa y presentaciones de antimicrobianos y a establecer criterios consensuados en la gestión de antimicrobianos en el sector de agricultura y la ganadería.

Según la OMS, antes de la pandemia la resistencia a los antimicrobianos fue responsable directo de 1,27 millones de muertes ocurridas en todo el mundo, en casos en los que se detectó que bacterias, virus, hongos o parásitos no respondieron a los medicamentos que antes los eliminaban, debido a cambios genéticos y adaptación de los mismos microorganismos.

La Sociedad Argentina de Infectología, por su parte, señaló que el uso inadecuado de antibióticos se incrementó en el país durante los primeros meses de la pandemia de Covid-19 y por esa razón la entidad llamó a dar un uso responsable de estos fármacos para evitar que algunas infecciones sean cada vez más difíciles de tratar por ser generadas por organismos resistentes a los medicamentos disponibles para curarlas. El mundo se enfrenta ya a la necesidad de combatir la multirresistencia presente en bacterias causantes de neumonía, meningitis e infecciones en la sangre, entre otras patologías para las cuales cada vez hay menos fármacos eficaces.

Es que la resistencia es un mecanismo natural que tienen las bacterias para defenderse de un ámbito que les resulta hostil. Este proceso se presenta no sólo en el cuerpo donde está la bacteria sino en todos los espacios que ocupa, ya sea en la tierra o en el agua. Debemos tomar conciencia sobre este problema, que se ha transformado en un gran desafío para los sistemas de salud de todo el mundo.