Renault y las peripecias de su emblema
Cuando Louis Renault creó su primer vehículo, el "Voiturette" de 1898, faltaban dos años para definir el símbolo que identificaría a la marca.
La sociedad Renault Fréres (Renault Hermanos) ya había hecho carteles y anuncios de prensa, pero recién en 1900 aparece su primer emblema: dos letras "R" manuscritas y en mayúscula, entrelazadas dentro de un medallón ovoide.

Seis años más tarde, el frente icónico de sus autos dentro de una rueda dentada, da cuenta de la vocación industrial de la empresa.
Con el triunfo aliado en la Primera Guerra Mundial, su producto estrella, el tanque ligero F17, fue representado dentro de un círculo. Todos estos símbolos aparecieron en publicidad o papelería corporativa, pero raras veces identificaban a sus vehículos.

Por norma general, el nombre Renault en los bajos del capó era el encargado de hacer referencia directa a la marca.
EL PRIMER ROMBO
Era 1923, y Renault avanzaba en la producción de sus vehículos en serie. Dos años más tarde, se decide estilizar con una nueva forma que recuerda a la abstracción del diamante que evoca calidad y distinción.

Así, nació el rombo de Renault. La esencia de esta configuración, con nombre al centro y líneas horizontales, permanecería vigente durante 47 años con puntuales ajustes.
El cambio paulatino de frente lo haría más pequeño en los vehículos donde sería más decorativo que funcional. Se usa eventualmente en publicidad, predominando más el nombre, que a veces cambia de tipografía.

En 1972 aparece una versión muy simplificada del rombo, en dos ángulos y sin nombre que se desecha pronto por una demanda judicial. Su reemplazo recae en el artista pionero del Op Art, Víctor Vasarely, quien propuso un rombo en vacío enmarcado por una textura lineal que "figura imposible".
EL LOGO "PROHIBIDO"
La fuerte proyección de Renault nivel mundial, incluyó la presentación de un nuevo logo que, sorpresivamente, sacó de circulación al rombo tridimensional que por 30 años identificó a la marca francesa.
Lo más curioso, es que el "nuevo" logo en realidad fue la reinterpretación de un logo antiguo. Entre los conocedores de Renault, el rombo "Vasarely" es prácticamente un icono.
Se trata del logotipo que identificó a la marca entre 1972 y 1992, con líneas de varios grosores que le daban forma. Pero lo que pocos saben, es que este emblema se creó como solución urgente a un problema con el que la compañía no contaba.
En 1971 emprendía un cambio de imagen que implicaba la llegada de un nuevo logo, que se vio en unos pocos vehículos. Para esa época los coupés Renault 15 y 17, derivados del R12 llevaban un inédito emblema de bordes gruesos a los lados, que formaban un rombo vacío al interior. Muy en silencio, Renault estrenaba imagen.
Los problemas llegaron cuando la compañía Kent, productora de artículos para el cuidado del automóvil, descubrió el cambio.
El nuevo rombo era casi idéntico a su logo. Mejor dicho, era idéntico, solo que girado a 90 grados. Como era de esperarse, Kent demandó a Renault por plagio, buscando que esta última retirara el emblema.
Los primeros R5, en enero de 1972, salieron a las calles con el rombo en disputa. Finalmente, Kent ganó la demanda y jueces prohibieron a Renault utilizar este logo, obligando a la rápida creación de uno nuevo.