Daniel Omar Luppo: "Leer es un acto de libertad"
Se presentó en Andalucía la coedición chaqueño-española "Iberletras". El director de la colección de la editorial Contexto nos dio detalles sobre muestra.

La "Colección de narrativa hispanoamericana Iberletras" es coeditada por la Asociación Cultural Iberoamericana y la editorial Contexto (Argentina) y está conformada por ocho títulos: "Sobre las piedras del río… agua", de Marta Quiñónez (Colombia); "Las campanas de Juana la Loca", de Marta Rojas (Cuba); "Hijo de Sándor", de Will Rodríguez (México); "Corre, corre", de Teresa Korondi (Uruguay); "Fantasmas del Paraná", de Francisco Teté Romero (Argentina); "Dónde caerse muerto" de Pedro Solans (Argentina); "Tantas veces huérfano", de Hipólito G. Navarro (España); y "El año que no hubo primavera", de Piedad Santiago (España).
Esta semana, en el Festival del Otoño Literario de Huelva (Andalucía), se presentó la colección Iberletras. La iniciativa surgió ante la necesidad de redescubrir la literatura de los países unidos en su lengua, y ampliar su distribución. Así se comenzó a trazar un camino de la mano de una entidad española con una editorial argentina que irrumpirá en el amplio mercado que comprende los países de habla hispana.
En nuestro país, la editorial Contexto ya imprimió los ocho primeros títulos. Esta acción permitirá la exportación de libros desde el Chaco. En este contexto viajó a España el director de la colección Iberletras, Daniel Luppo, y en diálogo con Chaqueña brindó detalles de cómo surgió y por qué surgió este lazo que abre puertas a nuevas lecturas. Hay que recordar que los autores chaqueños de esta colección presentaron sus libros ya en la reciente edición de la Feria Iberoamericana del Libro Chaco 2021. Cabe señalar que además de dirigir la colección Iberletras, Luppo es gestor cultural, escritor y articulador internacional.
—¿Cómo surgió este proyecto, por qué armaron esta colección?
—La colección Iberletras tiene su génesis en los escritores chaqueños Francisco Teté Romero y Pedro Solans, por su estrecha vinculación con la Asociación Iberoamericana de Cultura de Huelva. Ellos me convocan para dirigirla, conjuntamente con Rubén Duk, de Contexto. Con Teté, además, nos conocemos por nuestras intervenciones en el campo público y en la gestión cultural. Durante la pandemia hemos generado un vínculo de trabajo muy fuerte, con agendas y preocupaciones semejantes por los temas culturales. De hecho, trabajamos para finalizar una antología de escritores de la región litoraleña con escritores de Paraguay, que en breve estaremos presentando. Te cuento esto porque está antología de Iberletras tiene edición argentina y paraguaya, es decir se imprime en el Chaco y en el Paraguay.
En el medio de ese trabajo empezamos a visualizar. Como la colección estaba avanzada en países y escritores, en ese momento me convocaron y sumamos a escritores de Uruguay y Colombia. Así cerramos la primera etapa. Las regiones culturales de Latinoamérica y España tienen una potencialidad infinita. Por la calidad de sus escritores, y por la tecnología con que se cuenta para la impresión, y todo el decurso de la industria. El desafío es cómo lo vamos a tejer. En ese camino, que no es fácil, dadas las circunstancias que estamos atravesando en la postpandemia, estamos intentando potenciar esas sinergias necesarias para que sean conocidas nuestras literaturas. También vamos a trabajar en la creación de mecanismos sustentables en lo económico para que la colección se sostenga desde los márgenes.

—¿Por qué es importante leer en este contexto, rodeados de pantallas y plataformas ofreciendo contenido audiovisual? ¿Qué nos brinda o nos trae la literatura?
—En una sociedad donde impera el ruido ensordecedor, aún en el silencio de las computadoras, leer es un acto de libertad íntima. Leer nos aleja del ruido de las fakenews y de la confusión buscada que generan los medios de comunicación para seguir dominando al ciudadano de a pie, para que mediante algoritmos consuma y lea lo que el algoritmo le propone.
La pandemia ha hecho crecer en forma impensada la relación de los ciudadanos con las herramientas digitales, ingresando en el universo digital del que no se vuelve atrás. Los dos universos nos brindan estados reflexivos, imaginativos, entretenimiento, tristezas, felicidad y muchas otras cosas. Sin embargo hay que de decir y subrayar que los libros se siguen editando y comprando. Nos podemos remontar a las largas filas que hubo para comprar libros en la reciente Feria Iberoamericana del Chaco 2021. Hubo importantes volúmenes de ventas. Creo que también las literaturas aportarán lo suyo para volver a leernos en comunidad, que tanta falta nos hace para reconstruirnos.
—Aquí se hizo presente con fuerza la narrativa. ¿Por qué no hay poesía?
—El primer envío de la colección fue pensada en los territorios de la narrativa, y seguramente en próximos acuerdos se editarán poesía, ensayo, dramaturgia, entre otros géneros. De todos modos, hay que subrayar que hay infinita poesía en los mundos ficcionales que ofrece esta colección.
—La colección fue presentada esta semana en el Festival de Otoño Literario de Huelva, ¿cuánto puede potenciar esto la industria editorial de la provincia del Chaco?
—Esa respuesta me la dio rápidamente el presidente de la Asociación Iberoamericana de Cultura, cuando le entregué los ocho volúmenes de la colección. Quedó impresionado por la calidad gráfica y la calidad de la impresión. Hoy, en el Chaco, la editorial Contexto está preparada para el desafío nacional e internacional en la especificidad de la industria editorial y cultural. Cuando finalice esta gira tendremos más acercamientos y precisiones sobre la potencia de la industria editorial.
—¿Cuándo se pensó en esta coedición de libros chaqueño-española, ¿ya había un interés por la literatura de esta región? ¿O se deben crear nuevos lazos y extender las letras entre una punta y la otra?
—Podemos hablar en presente, existe un profundo interés en generar puentes de autores y de actividades en cooperación cultural muy potente. Con respecto a la calidad de los autores escogidos, producen literaturas importantes en cada uno de sus países y participan de las industrias editoriales regionales, nacionales e internacionales. Todos tienen importantes premios y reconocimientos. El desafío de Iberletras es vincularlos, seguir tendiendo puentes desde las regiones culturales, que a veces las políticas centralistas no visibilizan y las apartan de sus agendas. Iberletras comenzó a rodar, seguramente con algunos inconvenientes, como todo lo nuevo, pero quiero comentarte que estamos en el Otoño Iberoamericano de Poesía de Huelva, estaremos en Granada y en Madrid. Estuvimos en la Feria Internacional del Libro del Paraguay, en la Feria Internacional del Libro de Montevideo, esta semana vamos a estar en la Feria Internacional del libro de Caracas, y a fines de noviembre en la Feria Internacional del Libro de Antofagasta, en presentaciones virtuales y presenciales.

"Dónde caerse muerto", de Pedro Solans
Por Inés Torres Pinazo
El título podría remitir en primera instancia al significado que en lenguaje cotidiano se relaciona con alguien que se encuentra en plena miseria, que no tiene nada, ni siquiera una tumba para su muerte.
Obviamente, tal significación está presente en el relato. Aun cuando su protagonista, Antonio (Toño) Salcedo, maestro rural del Chaco profundo, no vive en la miseria, sí puede palparla de cerca en el ambiente que lo rodea y en los chicos con los que trabaja, situación reflejada con total crudeza y profundidad en varias ocasiones a lo largo del libro de Solans. Incluso el mismo maestro, aunque no lo sepa, será víctima, en alguna medida, de la miseria humana y del "Dónde caerse muerto".
La novela tiene un ritmo que no decae en ningún momento y atrapa al lector a cada paso. Combina el drama existencial de los protagonistas con situaciones de gran sentido del humor, suscitando en quien lee un abanico de emociones y sentimientos.
Por otra parte, todos los grandes temas de la humanidad, vida, muerte, enfermedad, dolor, alegría, sexo, entre otros, están presentes en la novela, que da la impresión que se pudiera leer en distintas capas o niveles, de modo que alguien, por ejemplo, podría disfrutar de un relato que en sí mismo se cierra como un cuento cómico, o adentrarse en un mensaje más profundo del mismo texto, que contiene mucha más información sobre el contexto y sus protagonistas que lo que a simple vista se pudiera suponer.
"Dónde caerse muerto" es una novela donde el autor pinta de cuerpo entero su tierra natal, al menos a la de sus recuerdos, que lleva con él y a los que es totalmente fiel.

"Fantasmas del Paraná", de Francisco Teté Romero
Por Mariano Quirós
Un día de 2022 una mujer se interna en las aguas bajas del Paraná, desde la orilla correntina. Detrás de ella parten, en los días siguientes, más y más mujeres. Van en busca, dicen, de lo que el río alguna vez les arrebató. La bajante saca a relucir fantasmas y cierta precariedad —restos de algún navío, mugre y residuos—, pero también saca a flote el compendio de historias que un pueblo, una ciudad, un paraje y un mundo cargan sobre el lomo. Una novela que es como un registro de cuánto puede haber bajo las aguas.
Cronista y juglar en el desierto verde, Teté Romero aglutina en "Fantasmas del Paraná" las urgencias de ahora y las urgencias de siempre (a no ser que, con sus traducciones correspondientes, las urgencias sean siempre las mismas). Desde las peripecias de la conquista de nuestro territorio provincial, a los ecos y cimbronazos de las dictaduras; desde las agachadas neoliberales —valga la redundancia— y la explotación de mujeres y niños, hasta la pandemia que ahora mismo nos aturde. Pero en "Fantasmas del Paraná" también resplandece la épica que se alza, las conciencias malas y las buenas, la alegría con que se puede contrarrestar la alienación. Los "Fantasmas del Paraná" tienen una historia que ofrecernos. Zambúllanse.