Las llaves del juego
Autora: Inés Moreno
Editorial: Bonum
Por estos días, asistimos al lanzamiento del libro ‘Las Llaves del juego’ de Inés Moreno con colaboración de Tamara Moreno, editado por Bonum, Buenos Aires, Argentina, octubre 2021, contiene 342 páginas.

Como dice la contratapa, Las llaves del juego es una invitación a abrir nuevas puertas y dar cabida a la ampliación y profundización de campos y ámbitos con y para el juego.
La gamificación, tan ponderada en ámbitos empresariales como educativos, así como los juegos de escape, de inclusión y aquellos que pueden transformar conductas de violencia-agresión y favorecen la con-vivencia, son abordados con igual rigurosidad para contribuir al desarrollo personal, grupal y organizacional.
Las llaves del juego aporta una mirada innovadora en los tradicionales ámbitos. Se hacen presentes las ludotecas y los juguetes, los espacios de juego, hospitales, escuelas. Experiencias concretas dan cuenta de intervenciones y acciones permitiéndonos entrar en la búsqueda, confiando en nuevos y poderosos resultados en empresas, salud, educación, tiempo libre y recreación.
Es un punto en el camino de búsqueda; brinda testimonios, fundamentación, respuestas y fundamentalmente interpela al lector para centrarse en la esencia del juego: la acción. Cada página convoca a aceptar la llave para recorrer el propio camino y descubrir la potencia del juego.

Inés Moreno, es Profesora en Ciencias de la Educación (UBA) y dirige desde el año 1977 el Estudio Inés Moreno, institución pionera en la aplicación del Juego y la Creatividad en empresa, salud, educación, tiempo libre y recreación, trabajo comunitario, entre otros. Asesora de organizaciones, proyectos y programas en países de América y Europa. Convocada a brindar conferencias y talleres en múltiples universidades y eventos internacionales. En el año 2000 asumió la Presidencia de la Asociación Latinoamericana de Tiempo Libre y Recreación, primera mujer elegida por sus pares. Invitada a reportajes e intervenciones en prensa escrita, radio y televisión. Autora de notas, artículos y varios libros, entre los que se encuentran: El libro de los permisos, El juego y los juegos, Espacios de juego, Recreación: Tomo 1 y Tomo 2, entre otros.
PRÓLOGO
Te entrego la llave
“No encuentra el que busca a medias. El Buscador trabaja a fondo. En su tarea tiene que empezar a soltar, confiar, celebrar y quererse”, Claudio Naranjo.
Te entrego la llave para abrir este libro y el juego a nuevos campos, ámbitos, experiencias, problemáticas, análisis y conclusiones. Abrir supone permitir la entrada, es como una puerta que se despliega o un camino que invita a la exploración y descubrimiento. En este caso se trata de ingresar al extenso y variado universo del juego.
El juego, que históricamente fue reducido a cosa de niños, entretenimiento o deporte, con el transcurrir del tiempo y la presencia de nuevos paradigmas fue avanzando en torno al desarrollo humano. Su presencia al finalizar el siglo y comienzo de éste, se fue ampliando en el ámbito socio-cultural, permitiéndonos comprender la complejidad y profundidad que encierra la frase tan reiterada pero insuperable: “El juego es cosa seria”.
Aún recuerdo cuando siendo muy joven en uno de los pocos congresos de Ciencias de la Educación en Argentina, realizado en la década del 60 en Villa Giardino -Provincia de Córdoba- rechazaron explícitamente la propuesta que formulé respecto de la inclusión del juego como herramienta y contenido de la educación.
Hoy, no sólo es reconocido por su potencial sino que aparece en los currículos de educación formal, en las capacitaciones empresariales; en el campo terapéutico; en situaciones de riesgo social como en las comunidades organizadas. El papel del juego es cada vez más aceptado en las ciencias humanísticas pues se encuentra presente en la filogenia y la ontogenia. La primera describe la relación evolutiva de las especies y la segunda se encarga de estudiar el proceso madurativo de los seres vivos. El Homo Ludens es anterior al Homo Sapiens posibilitando a través del ensayo y error, la búsqueda y el descubrimiento, la evolución. El juego con piedritas permitió la aparición del fuego y por ende la cocción de alimentos modificando la estructura y funcionalidad del cuerpo humano además de la protección ante otras especies depredadoras.
En el devenir madurativo observamos como el juego es el gran aliado para que el bebé descubra su propio cuerpo y lentamente el mundo que lo rodea, el juego es transversal al desarrollo y se encuentra presente en los diversos planos de las actividades: individual, grupal, organizacional, micro y macro social. Lenta pero sostenidamente se abren experiencias en nuevos campos permitiendo que el juego demuestre todo su potencial y efectividad.
La llave hace referencia también a que aún estas aperturas no están consolidadas. Es interesante pensar que vivimos en época de cambios acelerados que contienen contradicciones sustanciales junto con miradas renovadoras. Como todo cambio de paradigma su plena presencia es un proceso y tenemos la gran oportunidad de vivir dentro de estos cambios contribuyendo a su afianzamiento.
Asistimos a la coexistencia de modelos mentales e institucionales que se han enquistado en ciertos reduccionismos como “el juego es cosa de niños” junto con propuestas y adhesiones más evolucionadas que le otorgan al juego un valor irremplazable.
Abrir, supone develar o descubrir algo que no siempre es accesible a simple vista. Por ese motivo, entrego la llave que permitirá conocer experiencias en nuestro país y en el mundo en áreas conocidas y también en aquellas que se están abriendo al juego. Dejarán planteadas por sí mismas el valor y el significado del juego aunque no se encuentren totalmente aceptadas y difundidas en nuestra cultura.
Como hemos aprendido con la vivencia de una pandemia, no tenemos todas las respuestas; existen más preguntas y gran incertidumbre. Quizás estas condiciones hagan de esta llave una tarea de búsqueda personal. Cientos de pensamientos han aparecido y aparecen a diario, a raíz de los cambios que debemos afrontar y que aún son desconocidos por todos nosotros. Nada mejor que una actitud de apertura para lo que aún está por llegar. El juego, que es la poderosa herramienta para entrenar las actitudes será un aliado en los procesos individuales, grupales y organizacionales que debemos transitar.
Cuando explícito la frase “el juego como herramienta”, hago alusión a una intencionalidad de quien lo instrumenta y por lo tanto a un sin número de saberes para llevarlo adelante.
No se trata de un hecho azaroso, fortuito o circunstancial. Toda intervención intencional requiere una organización de objetivos, contenidos y acciones y apunta a la previsión de una serie de variables intervinientes entre las que se encuentran recursos como el lugar y el tiempo, elementos materiales, comunicación, etc.
He decidido que el capítulo inicial esté destinado a los proyectos. Esto se debe a que he comprobado que muchas ideas interesantes y novedosas no han logrado concretarse porque sus creadores no lograban una organización, comunicación y ejecución pertinente. La llave del proyecto permitirá articular rigurosidad y flexibilidad en un planeamiento que no pierda la esencia del juego. El abordaje de la conducción lúdica requiere transitar la toma de decisiones entre lo pensado previamente y los emergentes del grupo. Cuando se trata de utilizar el juego como herramienta, la espontaneidad, que debe surgir en la acción de jugar, requiere del encuadre que otorga el planeamiento.
Hablar de intencionalidad supone metas o fines que deben ser traducidos en objetivos operacionalizados y expresados en forma clara y precisa. En éste como en otros capítulos he buscado el correlato de la acción y las prácticas de docentes y alumnos del estudio que dirijo, pues, como es habitual en mis libros, intento demostrar que el conjunto de ideas que se encuentran escritas no son producto de un análisis de bibliografía en forma excluyente o de teorías de escritorio. Me ocupa permanentemente demostrar que es posible llevar adelante las ideas que sostengo. Los contenidos teóricos que expreso fueron elaborados desde y con la práctica, luego transmitidos a los profesionales que se acercan en la búsqueda de un entrenamiento, y, que a su vez, lo han transferido a su tarea cotidiana. Sus experiencias demuestran y avalan las ideas y conceptos que, por otra parte, como siempre reitero, son provisorias como toda teoría, hasta que aparezcan nuevos aportes pero, hasta tanto eso ocurra, permiten dar coherencia y marco a la tarea práctica.
Así como pensamos, así hacemos. Y aquello que hacemos requiere un fundamento. La integración no es suma de partes. Se trata de un sistema totalizador que se nutre el uno del otro. La teoría debiera enfocarse como una construcción provisoria que permite operar en la práctica. Este proceso se caracteriza y da cuenta de lo imbricado y complejo de la integración.
Abrir el juego hace casi medio siglo, consistió para mí, caminar en soledad dentro de un territorio cubierto de obstáculos de diferentes tamaños y trascendencia. El deseo y la pasión por aquello en lo que creía válido me permitió tolerar las dificultades del camino. Desde ese momento busqué integrar y articular praxis-teoría-praxis. Se trata de implementar la actitud de apertura que mencioné anteriormente. Abrir nuestros pensamientos para destejer teorías y dar paso a nuevas tramas que fundamenten la acción; ‘abrir’ nuestra conciencia en torno a todo el potencial que brinda el juego: desde la propuesta libre hasta las acciones lúdicas intencionales.
La llave, también es una invitación para entrar en cada capítulo a este mundo mágico y profundo. Conocer cómo el juego modificó sustancialmente la vida de una persona y compartir la experiencia de los errantes cuando ingresan en el juego interno. Comprender el papel que tiene el juego en la inclusión individual y grupal convirtiéndose en experiencias significativas o cuando ingresa a las empresas modificando vínculos, comunicación y procedimientos. Analizar experiencias que modifican la burocracia instalada en algunas ludotecas o espacios de juego para introducir la innovación sin requerir la alianza a modas importadas como son los productos de la gamificación. Recorrer el camino que ofrecen nuevas propuestas como los juegos de escape, nuevos campos como la publicidad o la selección de personal. Sin embargo la llave de las llaves es el JUGADOR, que, a modo epílogo en espiral vuelve a plantear la apertura.
Si logramos curiosear; no dar por seguro y conocido lo que creemos conocer o comprender; no tener prisa para probar, ensayar, descubrir, estamos entrenando la apertura. Cada capítulo es una invitación a abrir el pensar y el sentir, para generar nuevas preguntas y respuestas que a su vez lleven a nuevas aperturas. Si este espiral comienza a ser transitado, ya nada hay que temer, la llave que te entrego está segura, pues estaremos juntos caminando en la construcción del Universo del Juego profundizando y ampliando sus alcances.