La precariedad laboral castiga a un tercio de la población asalariada del NEA
Durante una jornada organizada por la CTA Autónoma, en el marco de un proyecto conjunto con la OIT, se presentó un estudio sobre la informalidad en la región en el contexto de pandemia. Mario Bustamante, de ATE Chaco, estuvo presente y analiza los datos.
En el Noreste Argentino, la precariedad laboral supera al tercio de la población asalariada, es decir, afecta al 33,7% de ese universo. Entre los más jóvenes (18-24 años) la tasa alcanza al 76% y al 47% de quienes tienen entre 25 y 29 años; y, a su vez, es más alta en mujeres que en varones (38,6% vs 34,5%).

En lo que hace a la negación total de atributos de la relación laboral, el porcentaje de personas sin derechos laborales en esta región es del 25,3% y del 34,2% si el desamparo es parcial.
Las cifras surgen del estudio "La informalidad en la región del Noreste Argentino (2019-2020). Un análisis en contexto de pandemia", presentado durante la segunda parte del proyecto para el fortalecimiento de la transición de la economía informal a la formalidad que impulsa la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CTA Autónoma (CTAA) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En formato virtual, la jornada realizada la semana pasada sirvió para presentar el análisis de la situación del NEA, que arrastra décadas de pauperización social y empobrecimiento.
El denominado "proyecto para el fortalecimiento de la transición de la economía informal a la formalidad" se comenzó a desarrollar en julio y abarca cuatro bloques geográficos: AMBA, Zona Pampeana, Noroeste y Noreste. En la presentación de los resultados para el NEA, participaron 80 trabajadores y trabajadoras de Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa.
Según indicó la central gremial, este plan es un esfuerzo común entre la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CTAA y la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV), que es el principal vínculo entre la OIT y el mundo del trabajo a través de uno de sus constituyentes: las organizaciones sindicales.
Durante la jornada, la especialista del Instituto de Estudios y Formación de la (IDEF-CTAA), Sonia Balza, presentó los resultados del estudio, marcando que el peso de la desprotección en la población activa de la región NEA es del 54,5%, superando a la mitad de la población en todos los cortes realizados. "Es de significativa preocupación la situación de las personas más jóvenes. El aumento de la inactividad en las mujeres más jóvenes fue de algo más del 20% entre la población de 18 a 24 años y del 48% en el segmento de 25 a 29", expuso.
Si se trata de mujeres, reveló que ellas ganan mensualmente un 14,1% menos que los varones en el NEA. "No sorprende que la brecha se profundice aún más entre las mujeres desprotegidas, que ganan un 36,9% menos que sus pares varones en la misma condición", sumó.
El análisis de Mario Bustamante, de ATE Chaco
“Hay que replantear relaciones con organizaciones sociales y sindicatos”
Mario Bustamante, secretario general de ATE Chaco, fue parte de las jornadas y analizó, en diálogo con NORTE, los aspectos estructurales que ponen freno a la regularización laboral, no sólo en el ámbito estatal sino también en el privado. “Cada problema que se presenta en la coyuntura es por falta de convenio o porque al trabajador y a la trabajadora no se le reconocen derechos básicos”, resaltó.

“Planteamos siempre que la precarización laboral atenta contra el piso de derechos en lo salarial, es decir que ni siquiera alcanza el salario mínimo, vital y móvil. Sobre todo, lo que produce esta situación de incertidumbre laboral se expone a la hora de acceder a regímenes de licencia básicos, por ejemplo, por lesiones en el lugar de trabajo que luego debe devolver ese trabajador como si hubiera estado de licencia ordinaria o enfermo”, trazó.
En otro punto, marcó “la dificultad y resistencia de muchos sindicatos en representar a determinados sectores. De ahí la insistencia desde CTA para una afiliación vía central de grandes sectores que trabajan en el Estado y en distintos oficios en el sector privado y necesitan un paraguas de representación”.
El dirigente gremial habló así de “mecanismos coptativos de derechos, que en el tránsito de regularización del empleo insumen tantos años”. “No sólo hay que pelear con la inestabilidad salarial, sino que además quedás vulnerado en lo que hace a las cargas de derechos de cualquier trabajador de planta en el caso del Estado”, indicó. Se suman allí “los aportes a la jubilación y otros condicionamientos” que restan derechos a los trabajadores.
En ese escenario, sumó como elemento lo que ocurre en la provincia, en relación a trabajadores estatales, con la necesidad de “cerrar el convenio colectivo de trabajo que habilita mesas institucionales donde se plantearán distintas cuestiones, no sólo ingresos salariales, sino también concursos, comisiones de buen trato, de seguridad e higiene, entre otras, en un marco de regulaciones y un marco paritario”. Para plasmar el convenio, según indicó, restan los articulados vinculados a cuestiones económicas.
“En el Chaco evolucionó la pérdida institucionalidad. Las reglas pasaron a ser antojadizas, momentáneas y todo es en función del tipo de patronal y del sindicato que actúe en las relaciones laborales. Todo se fue deteriorando y costará recuperar esos mecanismos en el Estado para tener reglas claras y que no todo termine atado con alambre”, sostuvo. Según señaló, ese escenario “se profundizó en el gobierno de (Domingo) Peppo. Se deterioraron profundamente las relaciones del Estado con la sociedad civil organizada. Las relaciones laborales fueron totalmente retorcidas y vía acuerdos stampa con el sindicato mayoritario y el gobierno de turno”. “Es un daño enorme y hay que recuperarlo. Hoy nadie cree en nada. En lo único que se cree es en hacer un piquete y romper todo”, afirmó.
En esa línea, aportó: “Todo lo vinculado a una base mínima de institucionalidad entre la sociedad civil, sus organizaciones de trabajadores y trabajadoras, y el Estado se deterioró profundamente. Y hace también a este escenario de precarización laboral, que es un elemento fundamental para sostener este desajuste completo, porque es más fácil regularlo con parches que tomando definiciones estructurales”.
Asimismo, y citando otros estudios vinculados a la presentación de la CTA Autónoma, Bustamante advirtió que revelan cifras que “están más arriba, pero son de fechas anteriores a las relevadas”. Por tanto, durante este año, el empleo se recuperó, sobre todo traccionado por el sector de la construcción, que aumentó un 81% el registro de trabajadores en actividad. Sin embargo, contrastó esa situación con “las cooperativas de movimientos sociales (que también se dedican a la construcción), donde hay informalidad y están por fuera de los sindicatos y configuran una situación de vulnerabilidad”.
Brecha de género y multiplicación de roles
Por último, se refirió a la brecha de género en la que se perciben diferencias entre los ingresos de hombres y mujeres. “La mujer no sólo debe salir a tapar el bache que deja el marido porque no tuvo la changa, sino que además no deja de cumplir su rol productivo y tareas de cuidado familiar. Y también es esa compañera que se organiza y milita en alguna organización. Es una sobrecarga de roles y de desigualdad en lo salarial, todo en un marco de precarización”.
“Hay que replantear relaciones con organizaciones sociales y sindicatos, que deben hacerse más institucionales. Y lo que tenga que ver con una política de salirse de la informalidad debe tener una perspectiva de género. Por ejemplo, en la última audiencia que tuvimos con la ministra de Salud, Carolina Centeno, le dijimos que es prioritario que un potencial ordenamiento esté atravesado por el cupo femenino y por situaciones de vulnerabilidad”, cerró.
“Tener trabajo hoy no significa salir de la pobreza”

El secretario General de la CTAA, Ricardo Peidro sostuvo que “la informalidad es ausencia de derechos básicos, es ausencia de derechos humanos fundamentales, es ausencia de aportes a la protección social y en esta lucha planteamos recuperar derechos claves para la clase trabajadora”, ya que el modelo neoliberal “afecta fundamentalmente a los jóvenes, la mayor parte de ellos trabaja en la informalidad”, además porque “tener trabajo hoy no significa salir de la pobreza y eso es por el trabajo en la informalidad”, por lo que “buscamos una clase obrera organizada hacia la sociedad que queremos”.
Asimismo, el secretario de Relaciones Internacionales, Adolfo Aguirre destacó “la voluntad de implementar la Recomendación 204 de la OIT de ir por trabajo digno”. “Es un anhelo que tenemos como organización sindical de la Argentina y pretendemos que en todas nuestras regiones se desarrolle esta experiencia”, dijo, por lo que indicó que “el objetivo es que todos los cuadros sindicales tengan esta información para transformar esta realidad, es decir poner en agenda pública la formalización de este universo desprotegido de derechos”.
Desde Resistencia, la secretaria General de CTAA Corrientes, Pocha Correa, dijo: “Estamos en una situación muy mala respecto de la precarización de las compañeras y compañeros. En Corrientes, la mayor parte de ellos están precarizados desde hace décadas. Nuestra región está muy castigada, hasta falta la comida. Esta jornada debe servir para aprender y para poder aplicar este proyecto”.
Posteriormente, tomó la palabra la directora de ACTRAV Cono Sur, Maribel Batista, quien presentó el informe de la Recomendación 204: “La economía informal está en la agenda de la OIT desde hace más de 40 años, las trabajadoras y los trabajadores no son informales, sí lo es la economía. Esta es la primera norma internacional del trabajo que presenta un marco normativo. Es una orientación que persigue un triple objetivo: que las y los trabajadores hagan el tránsito a la formalidad; la promoción de las empresas y empleos decentes; y la prevención de la informalización”, explicó.
Desde Posadas, Jorge Duarte, secretario general CTAA Misiones sostuvo: “En el norte del país se ha reflejado la explotación, la injusticia y el trabajo indecente. Esta jornada nos alumbra a poner en agenda pública el paso de la injusticia a la esperanza porque queremos lograr que nuestro trabajo nos garantice dignidad, felicidad y permita el desarrollo para nosotros, nuestros hijos y nuestra comunidad. Esta jornada es histórica porque marca un punto de inflexión para dar continuidad a nuestra pelea de más de dos décadas y media”.
Finalmente, Elba López Morello, representante de la OIT en la Argentina, explicó que “por el impacto de la pandemia en la Argentina se observó pérdida de empleo de trabajadores por cuenta propia e informales respecto de los asalariados formales, pero el escenario pospándemico muestra un retorno al empleo de los trabajadores informales y cuentapropista más que los formales. La recuperación del empleo está siendo traccionada por el empleo informal, lo que marca un peligro de caída de la formalidad”.