El semáforo que no cambia de color sin casco
En nuestro país el 44% de las víctimas en accidentes en tránsito son jóvenes y la mayoría ocupantes de motos. De estos accidentados 4 de cada 10 no usaban casco y muchos los llevaban sin abrochar o colgando de un brazo.
Teniendo en cuenta esta problemática, la empresa Honda Argentina lanzó una campaña de concientización denominada Semáforo Concientizador.

Se realizó en la localidad de Campana, provincia de Buenos Aires, a 75 kilómetros al norte de Capital Federal con el objetivo de que quienes circulan en moto tomen conciencia de la importancia de cumplir con las normas de tránsito y las medidas de seguridad.
Para llevar adelante la campaña se instalaron pantallas en los semáforos, que mientras estaba la luz roja encendida identificaba a los conductores que iban sin casco. A través de las pantallas se les pedía a los conductores que se pongan el casco para el semáforo pueda habilitarse y así todos –tanto vehículos como motos- puedan continuar con la circulación.
El resultado fue, decenas de motociclistas empujando sus vehículos por las veredas y otros totalmente abochornados por la cacofonía de bocinazos ya que sin casco puesto el semáforo seguía dando luz verde a las otras calles.

“Creemos que es necesario actuar, tomar conciencia y ser responsables; sobre todo en el contexto actual donde la motocicleta es un medio de transporte altamente elegido para desplazarse”, indicó Martín Montenegro, Instructor de Manejo de Honda Motor de Argentina.
“Los cascos salvan vidas: evitan o amortiguan golpes y heridas en la cabeza. El índice de mortalidad en accidentes en moto cuando no se utiliza el casco, es tres veces mayor. Estamos comprometidos con la seguridad, por eso esta campaña es una de las tantas iniciativas de prevención, educación y concientización que llevamos adelante desde nuestro departamento”, señaló.

Del caos al orden
En nuestras ciudades es llamativo el descaro con el que las motos cruzan los semáforos en rojo confiando en su suerte y en el posible “arreglo” con el seguro de quien los choque. Por alguna razón la carencia del seguro de moto o la culpabilidad absoluta es raramente tenida en cuenta por las aseguradoras que prefieren un mal arreglo a un buen juicio y algunos irresponsables especulan con eso.
Los controles que existen no sirven porque el motociclista promedio se coloca el casco antes de llegar al punto y se lo quita pocos metros después como si el uso del casco fuese un desafío con las autoridades y no un elemento para salvarles la vida. Curiosamente la llegada del invierno promueve el uso del casco pero por las bajas temperaturas y no por el convencimiento. Que las municipalidades regalen periódicamente cascos integrales no ayuda en una zona donde el calor supera en gran parte del año los 30 grados.
Estos cascos de las campañas viales deberían ser del tipo abierto que -aunque no protegen de la misma manera- son más fáciles de utilizar y menos calurosos. Pero hay que empezar en algún momento una campaña seria a despecho del costo político que pueda tener.