Encuesta de Unicef confirma desigualdades por región, trabajo y género
En el NEA percepciones sobre salud, economía familiar, educación y tareas de cuidado revelan situaciones con notables contrastes.
Además de un significativo incremento de la pobreza infantil con 1,3 millones más este año en el país, Unicef Argentina presentó esta semana una encuesta con percepciones de hogares sobre su situación. El trabajo compara respuestas de abril y julio, en pleno aislamiento social.
En las conclusiones generales, para los distritos sin circulación viral en un 73% algún miembro del hogar regresó a su trabajo, donde casi la totalidad cumple medidas de distanciamiento (93%). Además poco más de la mitad alteró la organización de tareas en la casa (56%) y un 40% pudo retomar controles de salud y de vacunación de sus hijos e hijas.

Ingresos, niñez y adolescencia
En términos económicos y financieros el 25% de los hogares tiene al menos una deuda y un 15% debió recurrir a algún préstamo o al fiado de algún comercio para comprar alimentos. Este último porcentaje aumenta al 25% en barrios populares, al 22% para titulares de AUH y al 20% si se vive en el NEA.
Los resultados abarcan grupos de preguntas en las áreas salud, actividades en el hogar, ingresos familiares, transferencias sociales, tareas escolares, violencia.
En infantes se registran desórdenes alimentarios (48%) y en el sueño (46%: pedir para dormir acompañado, hacer pis en la cama). Mientras que a los adolescentes lo que más les costó fue dejar de ver a sus amigos (78%) no poder salir (51%), vivir encerrados o no asistir a clases presenciales (38%).

Cifras cercanas
Los datos se desagregan por regiones (no por provincias) y por ciudades con y sin cuarentena estricta, entre otras variables.
En lo sanitario una respuesta promedio del país indica que el 14% que tuvo alguna urgencia no relacionada con el coronavirus, fue atendido en una guardia en un 61% de los casos y en otro 23% pudo contactar a un médico. Esa población fue atendida prontamente en el 68% de los casos y con demora sólo un 17%.
Mientras que en el NEA si bien solo el 7% lo necesitó, de esa proporción la mitad fue a una guardia (49%) pero un 40% no logró contactar a un profesional de la salud. Y de las personas atendidas, un 63% fue pronto y un 37% con demoras.

CABA y NEA en datos de trabajo
Durante marzo un 74% al menos un integrante familiar mantuvo sus ingresos en el NEA y un 79% en la Ciudad Autónoma. Mientras que las mermas generales llegaron al 54% y al 43% respectivamente.
La mayor reducción en CABA alcanzó a la mitad del salario en un 37% de los consultados y en una cuarta parte para un 26%. En el NEA un 41% cobra la mitad de lo que antes de la pandemia y un 26% un cuarto. Pero la mayor diferencia es que en la Ciudad nadie dejó de percibir ingresos y en el norte un 9% sí los perdió.
Para la compra de alimentos, en CABA solo un 5% tuvo que recurrir a algún préstamo o “fiado” en un comercio y el NEA un 20%.
Mientras que son similares los porcentajes en desempleo y percepción de regresar a las condiciones laborales anteriores al aislamiento; así tuvieron que dejar de pagar algunos de los servicios básicos (luz, gas, teléfono, celular e internet).
Diferencias también en tareas del hogar
En la organización del hogar la distancia mayor está en la distribución de tareas por género.
La encuesta preguntó si de marzo a julio las tareas se realizaron en iguales proporciones entre los integrantes.
En hogares con mujeres jefas un 76% de ellas asintió y en un 16% dijo que no, pero con el tiempo se fueron involucrando más. Con jefes hombres el 87% de ellos respondió que sí, y a medida que transcurrió el tiempo en un 7%. A la pregunta: ¿quién suele hacer las compras? En las viviendas con jefa, las realiza ella en un 58%; hijos en un 51%; mientras que el esposo o pareja en un 33%.

Desiguales en cocina y limpieza
A la pregunta ¿quién prepara la cena almuerzo? en los hogares con jefe hombre: la respuesta es él en un 59%, la esposa o pareja en un 54%. Con jefa se encarga ella en un 59% y su pareja en un 46%.
Para el lavado de los platos, en los grupos familiares con jefe: él se encarga en un 28%, su esposa o pareja en un 81%. Mientras que con una jefa: ella se ocupa en un 67% y su esposo o pareja en un 45%.
Sobre ¿quién hace la limpieza de la casa? Con un jefe de hogar: se encarga él en un 26%, la esposa o pareja en un 87%, e hijos en un 24%. Con jefa de hogar: la tarea recae en ella en un 60%, en su pareja en un 48% y en hijos en un 29%.
Cuidado de niños
Para los grupos familiares con niños dos puntos orientan otro de los roles con dispar asignación de tareas de cuidado de los hijos. En el acompañamiento de la tarea escolar habitualmente en los hogares con jefe, él se encarga en un 19% del tiempo y su esposa o pareja en un 65%. Y en las viviendas con jefa: ella lo hace en un 43% y su marido en un 36%.
Sobre quién baña a los niños, en una casa con jefe: lo hace él en un 12% y su esposa en un 59%. Mientras que en los hogares con jefa: ella se encarga en un 36%, y el marido en un 31%.