Perder el empleo en tiempos de pandemia: la historia de los 42 telemarketers despedidos en Sáenz Peña

En una entrevista con NORTE, Rodolfo Oraindi (30), explica cómo se dio la situación que deja desamparados a 42 trabajadores ante un escenario desalentador de la economía local y nacional.
“Lo que nos explicaron los asesores legales, es que esas modalidades de contratación se utilizan generalmente en el rubro de obras, donde el trabajo se realiza con plazos. Concluido el término y las condiciones del empleo, de forma automática se termina el contrato y se termina el vínculo con la empresa”, indicó Oraindi. 
“Esa misma modalidad se aplicaba a los 42 trabajadores de la empresa ATENTO, con las respectivas renovaciones consecutivas de la relación laboral con la empresa. Esto se hizo con nosotros desde el 15 de abril del 2019, hasta el 31 de marzo del corriente. En algunos casos se renovaban de a tres meses, otros mes a mes”, explicó. 
Todos los empleados llevan al menos seis meses trabajando para la empresa, algunos incluso están llegando al año. 

El entrevistado asegura que el único asesoramiento que tuvieron hasta el momento fue por personal de la Asociación de Trabajadores Argentinos de Centros de Contactos (ATACC), quienes les aseguraron que no se utiliza este modelo de contratación a plazo fijo, ya que las empresas que optan por ese modo se excusan en que solamente se cumplió una campaña específica con requerimientos determinados. 
“Esa situación no es culpa nuestra, sino de la empresa y su vínculo con el cliente en todo caso”, expresó Oraindi.
Dentro de la plataforma de ATENTO trabajaban para una campaña de ANSES. Llegaron a cobrar el mes de marzo el pasado jueves 26. En tanto que el pasado lunes por un llamado telefónico de los supervisores de cada grupo, comunicaron el despido a cada uno de los 42 trabajadores que ahora quedaron sin empleo. Ante la consulta sobre el motivo, sólo adujeron que transmitían una resolución de Recursos Humanos de la empresa. 

Además, previo al despido, los trabajadores aseguraron que la empresa comenzó a cambiarles los horarios de entrada (a veces entrar antes de la hora convenida o en otras ocasiones después de lo acordado), y cambios de turno. “Pese a los inconvenientes lógicos de esa demanda, siempre estuvimos flexibles para cumplir con lo que se nos pedía, con muy buena disposición hacia la empresa”, afirma el telemarketer.
“Para nosotros fue fulminante esta decisión, dado el marco en el que se dio la no renovación de los contratos, en que el país y el mundo atraviesan una pandemia por coronavirus que deja graves secuelas, además de los daños sanitarios, en una economía que ya venía golpeada”, aseveró el joven. 
“Hay una gran falta de empatía, de humanidad y de solidaridad por parte de la empresa, ya que nunca nos negamos a trabajar y cumplimos lo que nos encomendaron en tiempo y forma”, añadió.
“Cuando los empleados de planta se manifestaron en disconformidad para no abrir la plataforma, nosotros nos mantuvimos al margen. En todo momento estuvimos dispuestos a seguir trabajando desde nuestras casas. Ni siquiera se nos dio esa posibilidad, solo se nos comunicó la no renovación y listo”, concluyó.