En el Chaco todavía falta visibilizar a las mujeres en la cultura campesina
Tres mujeres de la agricultura familiar y de la ruralidad provincial se refieren a las desigualdades que aún es necesario erradicar.
“La vida en el campo nunca es fácil y a nosotras nos identifica la lucha y no bajar los brazos ante las adversidades; aunque un problema que tenemos es la falta de la visibilización de las mujeres en la cultura campesina”, define Clara Argüello. Con su familia vive en el paraje Las Rosas, jurisdicción de La Leonesa, donde se dedica al cultivo de sementera baja y a la cría de animales de granja “que en esta época del año están en plena reproducción”.

Por su parte Ana Machuca, de la colonia Puente Philippón –próxima a Makallé-, analiza una situación que no es ajena a un contexto más amplio: “Hoy la agricultura familiar está casi desaparecida y entre los golpes recientes los pequeños productores fueron duramente afectados por las inundaciones”, contextualiza.
La madre de dos jóvenes de 21 y 15 años y de una bebé de uno menciona que la mayoría de sus pares aportan con su trabajo a las ferias francas, son guardianas de semillas y -además de cuidadoras- sostenedoras de la economía familiar. Como secretaria de Unpeproch Machuca admite que es una excepción a la regla: “Soy una de las pocas dirigentes del sector y ser parte de la organización fortalece”.
Aunque la mujer sea muy importante en la producción de alimentos, cuidado de las culturas, preservación y selección de semillas y en tareas productivas, de cuidado y comunitarias, sólo el 13% es dueña de tierras.
En todos los grupos de edades asumen tareas múltiples y complejas dado que -en general- se hacen cargo de los niños y de las tareas domésticas a la par de las agroganaderas forestales- sin ser aún sujetas del derecho a trabajo decente, cuidado y remunerado.
La fecha
La asamblea general de Naciones Unidas estableció el Día Internacional de la Mujer Rural, que se celebró por primera vez en 2008. En sus documentos se promueve su la autonomía en busca de reconocer “su contribución decisiva en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza”.
Entre las desigualdades comprobables las mujeres que labran la tierra reciben menos ingresos por el mismo trabajo de un par varón, menos participación en las decisiones –familiares y colectivas- y en las posibilidades de acceso al crédito.
Pronunciamiento de la Canpo
Por la Corriente Agraria Nacional y Popular -Canpo Chaco- Angélica Kees plantea que como sociedad hay muchas deudas con las mujeres rurales. El 80% de los hogares sin agua corriente depende de mujeres y niñas para conseguirla. “Hoy honramos sus historias de vida, de luchas y sus contribuciones a la soberanía alimentaria y cuidado del patrimonio cultural en relación a usos, costumbres y valores de los recursos naturales locales (bienes comunes)”, sostiene.
En un pronunciamiento el espacio se compromete a “seguir acompañando un caminar por acceso equitativo de ellas a la educación, salud, infraestructura, agua y saneamiento; a visibilizar las casi cuatro horas más de trabajo; por condiciones decentes, protección social y capacitaciones adecuadas: por energías sostenibles que no las hagan dependientes; por la eliminación de violencias y de prácticas nocivas y por una plena y efectiva participación política”.