Desde la cárcel y por celular, asesino aclaró que no engaña a su pareja penitenciaria
Javier Duarte se hizo famoso al conocerse su relación con una ahora exagente del Servicio Penitenciario Provincial. Asegura que una de sus exparejas le tendió una trampa y teme tener que cambiar su "estado sentimental" de Facebook.
El amor no conoce barreras suele decirse, aunque en este caso sería más bien de "barrotes". Y se debe a que los protagonistas de esta historia son una expenitenciaria chaqueña y su novio, un hombre encarcelado por una causa de homicidio en el penal de Sáenz Peña. La situación, que las últimas semanas tomó estado público más bien por el lado de lo anecdótico y curioso, cobró ayer un ribete informativo todavía más llamativo a partir de un llamado telefónico.

La mañana del martes no presentaba mayores novedades, y el programa Alerta Urbana de Radio Gualamba se dedicaba como es habitual a comentar el clima social y político en la capital chaqueña. Sin embargo, un llamado telefónico rompió la monotonía del día.
"Hola… ¿quién habla?" preguntó el conductor Gustavo Olivello. "Javier Duarte", respondió la voz desde el otro lado.
"¿De dónde sos Javier?", volvió a preguntar el conductor. "De Villa El Tala, por Ruta 11 y avenida Alvear" responde, pero rápidamente agrega: "llamó por el tema de mi concubina, a mi me trasladaron a Sáenz Peña cuando se enteraron que mi pareja era penitenciaria", explicó.
Recién allí Olivello cayó en cuenta y le preguntó si le estaba hablando desde la cárcel. "Si, desde el Complejo Penitenciario 2 de Sáenz Peña", aclara Duarte.
"SON MENTIRAS DE ALGUNA DE MIS EX"
En los últimos días, varios portales dieron cuenta de la situación de Javier Duarte, un condenado por homicidio en ocasión de robo que se encontraba detenido en Barranqueras y fue trasladado al penal de Sáenz Peña a partir de su relación sentimental con una agente penitenciaria, Andrea Ferreyra.
La historia no tardó en tornarse viral y suscitar todo tipo de comentarios, llegando incluso a medios nacionales que principalmente se enfocaron en la decisión de Andrea de renunciar al uniforme para poder mantener la relación con Duarte.
Según contó ella en las diversas entrevistas brindadas, se conocieron el año pasado a través de contacto en redes sociales, y a partir de noviembre entablaron una relación "remota" con la idea de sobrellevar los cinco años que le quedan a su novio de condena, para poder vivir juntos. "Aún no lo pude tocar", dijo ella, que dejó su trabajo al sentir la incompatibilidad de la situación.
Pero esta semana surgieron versiones que obligaron a Duarte a tener que salir a aclarar. Y es que el portal Alerta Urbana había informado que, aparentemente, el presidiario "engañaba" a su pareja, que dejó el uniforme penitenciario por él.
"Eso es mentira", dijo tajante Duarte en su llamado a Radio Gualamba. "Está todo armado por alguna de mis ex", juró.
Según explicó, en su habitual rutina de revisar Facebook en su celular mientras cumple el encierro por homicidio, recibió una "invitación de amistad" de una mujer con el nombre de su sobrina, y él aceptó. "Pero no era mi sobrina, es una de mis ex que creó un Facebook trucho haciéndose pasar por ella, me pidió el teléfono, yo le di el número pensando que era mi sobrina, y ahí comenzó a mandarme mensajes para hacerme pisar el palito", explicó.
Según él, las capturas de pantalla que publicó el portal para decir que la engañaba a Andrea "fueron hechas por una de mis ex, pero en verdad no muestran nada porque en ningún momento caí".
Para colmo, contó muy indignado que, a partir de la publicación del chat en que se ve su número "ahora me despierto y tengo un montón de mensajes de mujeres, también me llaman".
"Me están buscando muchas chicas, y hay personas que están tratando de hablar mal de mi para que le llegue a Andrea, pero yo nada que ver porque Andrea es mi pareja, ella renunció a su trabajo por mi y nos vamos a casar" prometió con plena confianza al aire, tratando de poner fin a la difamación.
CELULARES EN LA CARCEL

Más allá del color de la historia, el hecho puso una vez más sobre el tapete una realidad: los internos carcelarios, incluso condenados por delitos gravísimos como homicidios, cuentan con acceso a telefonía celular e internet, situación que siempre genera gran debate social: es un derecho, sin dudas, pero cómo se controla, cómo se evitar que no usen esos teléfonos para cometer otro tipo de delitos (estafas, falsos secuestros o logística criminal con el exterior de los muros).
El conductor del programa radial, que tuvo una reconocida trayectoria en la fuerza policial, al darse cuenta que Duarte estaba preso le preguntó extrañado: "¿pero vos me estás llamando desde la cárcel?", y el enamorado respondió: "Si, si… tengo mi teléfono legal, como cualquier otro preso".
En otro tramo de la nota le preguntó si además tenía acceso a internet wifi, y Duarte dijo que si, que se conecta al del penal.