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Más allá de Shakira: las mejores canciones de revancha al ex

De La Loba a Miley Cyrus, Alanis Morissette, Taylor Swift, Justin Timberlake y Ed Sheeran, entre varios autores, compusieron canciones sobre venganza amorosa.

 Desde sus comienzos el pop dejó innumerables ejemplos que ajustan cuentas con examores y suelen convertirse en un negocio incalculable. La revancha es un plato que se disfruta ruidoso.

Al menos si se es un/a cantante que quiere causar impresión en los rankings y revalidar las credenciales como estrella pop. Esa es la lógica detrás de la "Bizarrap Session 53", de Shakira.

Es la misma detrás del single de regreso de Miley Cyrus, "Flowers". La enfant terrible del pop rompe un silencio de tres años con el lanzamiento de la canción, el 13 de enero.

Es también el cumpleaños de su expareja Liam Hemsworth, de quien se divorció en enero de 2020 tras dos años de matrimonio.

Miley Cyrus  

¿Coincidencia? No si se tienen en cuenta los adelantos de la letra que la cantante ofreció en Instagram.

"I can love me better than you" ("Puedo amarme mejor que vos"), canta Cyrus, con su ronca voz astillada por la emoción. ¿Pero fue el deseo de compartir su dolor amoroso la única motivación? Cyrus nunca fue una artista que hiciera las cosas a medias, y estará ansiosa por cimentar la aclamación lograda por su disco de 2020 Plastic Hearts. ¿Espera recargar su regreso con una canción de corazones rotos cargada de insultos?

Taylor Swift 

Se pueden considerar varias grandes estrellas y reflexionar sobre sus canciones más conocidas. ¿Taylor Swift? Hasta la obra maestra que lanzó el año pasado y que es una reflexión sobre las crisis de la mediana edad, Midnights, sus mayores éxitos fueron invariablemente aquellos en los que disparó munición gruesa contra antiguos novios.

Un caso es "We Are Never Ever Getting Back Together", canción cargada de vituperios con la que cerró cada noche de su última gran gira mundial, en 2018. Era su gruñido saludo a un ex que, en su relato, la había tratado como una muñeca de trapo emocional, para ser tomada y descartada cuando quisiera.

Los rumores señalan al actor Jake Gyllenhall, con quien Swift estuvo involucrada durante tres meses en 2010. Ella no confirmó ni negó la especulación. Más allá del misterio, la letra no tiene miedo a meterse en detalles específicos.

Por ejemplo, Swift recuerda cómo su novio desdeñaba sus canciones: "You would hide away and find your peace of mind/ With some indie record that’s much cooler than mine" ("Podías esconderte y encontrar la paz mental / con algún disco indie mucho más cool que el mío"). "Es un retrato definitivo de cómo me sentí cuando finalmente dejó de importarme lo que pensara mi ex de mí", le dijo ella a USA Today.

"Me hizo sentir que no era tan buena o relevante como esas bandas hipster que él escuchaba... así que hice una canción que sabía que lo iba a volver absolutamente loco cuando la escuchara en la radio." Se puede llenar todo un libro con la lista de las canciones de venganza de Swift.

Allí se incluye "Dear John", supuestamente sobre John Mayer, con quien salió cuando ella tenía 19 años y él 32. Y "Bad Blood", no sobre algo romántico sino sobre su disputa con Katy Perry, con quien se peleó cuando ambas intentaron contratar al mismo bailarín para sus giras.

Beyoncé  

B’Day, el segundo disco de Beyoncé, se había tambaleado en su lanzamiento en 2006. Los singles "Déjà Vu" y "Ring the Alarm" habían pasado sin dejar marcas. Había interrogantes sobre lo viable que podía ser Beyoncé como solista, especialmente viniendo de una exitosa gira mundial con Destiny’s Child un año antes. ¿Era preferible que se hubiera mantenido como integrante de un exitosísimo grupo femenino? Entonces lanzó la maravillosamente vindicativa "Irreplaceable".

Una sentimental canción que prende fuego a los recuerdos de una mala relación con un compañero tramposo. "Todo lo tuyo está en el cajón de la izquierda / El armario es todo mío", declamó sobre una animada guitarra española. Había nacido la reina.

La potencia de una buena canción de venganza no se perdió en Beyoncé. "Irreplaceable" allanó el camino para esa declaración artística definitiva que fue Lemonade en 2016. Fue un épico despellejamiento de su marido Jay-Z, tras su supuesto acto de infidelidad. Y le dio el único premio que a esa altura le faltaba obtener: la aclamación universal de la crítica.

Justin Timberlake 

Pero quizá el más explícito y notorio ejemplo del potencial comercial de la venganza es "Cry Me a River", lanzado por Justin Timberlake en 2002. Quintaesencial momento de "antes y después", selló la transformación del exlíder de ‘N Sync de mero artista romántico a Artista Serio.

Las críticas a Timberlake pasaron porque aceleró su carrera sacrificando a su ex, Britney Spears. La letra de "Cry Me a River" está inspirada en su ruptura con ella.

De todos modos, Timberlake hizo explícito lo implícito en el video que acompañó la canción, en la que se veía a una bailarina no solo vestida y maquillada para parecerse a Britney Spears, sino que estaba filmado de manera que sugería que ella le había sido infiel, como se rumoreaba en los tabloides.

En el momento, el video sirvió a su propósito, pintando a Spears como la rompecorazones y a Timberlake como el inocente y naif novio. Veinte años después, la culpabilización de Spears luce muy diferente.

Lejos de ser visto como la parte engañada, Timberlake es ahora visto como un matón, lavando sus trapitos sucios frente a todo el mundo. Él también llegó a esa conclusión: en 2021 se disculpó públicamente con Spears. Y aun así no estaba pisando terreno nuevo. Su falta de generosidad con Britney fue parte de una tradición de artistas masculinos aprovechándose de sus ex.

Ed Sheeran 

Si la reputación de Timberlake sufrió consecuencias, puede consolarse sabiendo que no está solo en eso de traer a un examor a la palestra. Aun el impecable Ed Sheeran lo ha hecho con su canción de 2014 "Don’t", sobre el supuesto engaño de su novia Ellie Goulding con Niall Horan de One Direction (Goulding lo ha negado). Allí trina furiosamente que "conocí a esta chica el año pasado... pero ella solo estaba buscando un amante para quemar".

Hay muchas especulaciones sobre la identidad de la mujer, y aunque Sheeran nunca dio nombres dice que la canción está inspirada en hechos reales. "’Don’t’ es 100 por ciento verdadera", le dijo Sheeran a la revista Billboard.

"Podría haberlo hecho más horrible, hay mucha más mierda que quedó afuera. Estuve viendo a alguien por un tiempo, y terminó físicamente involucrada con uno de mis amigos en el mismo hotel en el que estábamos parando, mientras yo estaba abajo. Pensé que tenés que tratar a la gente como querés que te traten".

Alanis Morissette 

Ninguna década demostró el poder de la canción de revancha más que los ‘90. En diferentes grados, Björk, Tori Amos y No Doubt han incursionado en ella. Y la carrera de Alanis Morissette está construida sobre la patada en el pecho de Jagged Little Pill (1995), un exigente acto de venganza contra un amante que engañó a la cantante.

Con 33 millones de unidades vendidas, su búsqueda de revancha resultó muy lucrativa. También echa sombras sobre su ex novio, David Coulier, quien fue acosado por periodistas ansiosos por saber si era quien había destrozado el corazón de Alanis.

Que fuera el villano era una absoluta novedad para Coulier. Estaba en el auto escuchando la radio cuando sonó "You Oughta Know", con su ácido derrame de versos como: "Estoy acá para recordarte el desastre que dejaste cuando te fuiste". "Dije ‘Wow, esa chica está enojada’. Y después dije: ‘Oh, no. Creo que es Alanis’", reveló Coulier.

"Escuché la canción una y otra vez y dije: ‘Creo que realmente herí a esta persona’" . Habrá que ver si "Flowers" alcanza las cumbres de las grandes canciones del pasado. Aunque Cyrus haya cerrado su etapa con Hemsworth, los sentimientos claramente corren profundo.

Tampoco es una artista que se muerda la lengua o busque la puerta trasera cuando puede patear la delantera. La canción de Shakira fijó récords en YouTube y plataformas de streaming. No hay dudas de que la venganza resulta dulce. Y ruidosa.