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Paulo Ferreyra

Columnista

En Sala 88

Esta noche última función de Presumido movimiento de cadera

La obra teatral y cinematográfica es escrita y dirigida por Ulises Camargo. Hoy será la última función a las 21.30. La historia narra lo que le sucede a una familia española.

"El caso conmovió a toda España, menos a su madre‘. Así se anuncia en cartelera la obra de teatro Presumido movimiento de cadera. La obra de Ulises Camargo juega con los lenguajes artísticos del cine y el teatro, diálogos que se cruzan con una precisión milimétrica, sin pausas ni respiros. Hay una crítica hacia las cosas que callamos y omitimos, las cosas que no podemos decir. Al respecto Ulises agrega, "el padre trató de decirle a la esposa algo durante mucho tiempo y ella no entendía. Esa misma noticia la entendió recién cuando la pasan por la televisión".

Hoy es la última función de la obra artística teatral “Presumido movimiento de cadera” protagonizada por Federico Rosso, Ramón Darío Esteban, Ivana Sampayo y Lucas Borda.

Presumido movimiento de cadera es una obra teatral y cinematográfica. Uno de los primeros elementos que se encuentra el espectador es el lenguaje. Para conocer en profundidad cómo escribió la obra y por que utiliza ciertos recurso, nos comunicamos telefónicamente con Ulises.

— ¿Cómo surgió esta obra?

— La obra la escribí hace ocho años. Lo primero que escribí fue el inicio de la obra, el monólogo que hace la madre totalmente consternada porque quiere que su hija regrese a su casa. Pero su hija no regresa. Ese conflicto entre la madre que quiere que la hija haga lo que ella quiere, un conflicto típico entre una madre y su hija lo escribí para una clase de teatro. Quería trabajar distintas intenciones dramáticas y también la proyección de otro país. Trabajar el acento español tiene mucha fuerza. De alguna manera también es un homenaje a Pedro Almodovar y a su universo. El monólogo derivó en toda la obra.

— En la obra conviven dos lenguajes artísticos, el cine y el teatro, ¿cómo surgió incluir esta propuesta?

— El cine es otras de mis grandes pasiones. He hecho algunas producciones cinematográficas. Hacer cine es algo que tengo pendiente y no lo he explorado mucho. Para esta obra me decidí hacer el film con un socio, Roly Ruiz, quien es un gran realizador audiovisual del Chaco. Creo que el cine es lo que voy hacer en el futuro sin dejar el teatro. Mezclar las dos cosas es un recurso muy fuerte, interesante y que no se ha visto en el ámbito local. Además mi obra también es una crítica a la sociedad que tiene que mirar la televisión para entender ciertas cosas.

— ¿Cómo trabajaste con los actores que son los mismos pero haciendo otros personajes y otros lenguajes entre el cine y el teatro?

— Se trabajó de una manera sutil. Tratamos de que se noten los dos lenguajes, que esté claro que son actuaciones distintas en el teatro y el cine. Fue un desafío para los actores que tienen que estar en la pantalla de la televisión y también haciendo teatro. La obra Presumido movimiento de cadera es un gran desafío, es un tema muy complejo de tratar y está abordado de manera diversa, con lenguaje diferente entre el cine y el teatro, con maneras interpretativas donde conviven lo grotesco, el realismo, hay actuaciones que parecen salidas de un sueño.

Por otroa lado la iluminación no es del todo realista. En la obra todo el tiempo está pasando algo que rosa la realidad pero parece salido de un sueño, por eso para mí - y para algunas personas que me han comentado -  es atrayente el resultado final. En el aire se respira algo de ensoñación, como en los sueños donde las cosas que suceden parecen reales pero cuando te despertás te das cuenta que es imposible que suceda.

En la obra hay muchos condimentos que parecen reales pero no lo son o elementos que parecen irreales y terminan pareciendo reales. Por ejemplo, el hecho de elegir un actor varón que sea la mamá fue algo que hice apropósito, a simple vista parece grotesco e irreal, pero dada la historia que estamos contando y por el nivel de actuación del actor que te olvidas de su sexo, empezas a ver una madre y empezas a tener una empatía con ella.

— La disposición del público que rodea la escena nos da  una perspectiva teatral en 3D, ¿por qué lo distribuiste así?

— Hay una sensación donde no sabes si los personajes se salen de la tele o vos como espectador estás inmerso en la tele. Otro motivo de porque dispuse así las sillas se debe a que me gustó, me gusta que la gente esté cerca de la escena, además esta es una obra que quema. Esta es una obra incómoda y tener al espectador tan cerca para contarte esta historia te quema un poco más.

Presumido movimiento

Ulises Camargo escribe y dirige esta obra protagonizada por Federico Rosso, Ramón Darío Esteban, Ivana Sampayo y Lucas Borda. La realización audiovisual es de Camargo junto a Roly Ruiz. La asistencia de dirección es de Juliana Stella. Iluminación, Edgardo Romero y la música original de Santiago Abet. La producción es de Teatro Musical Chaco y las funciones serán en Sala 88. Esta noche es su última función en Sala 88 a las 21.30