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Controlar la inflación y generar estabilidad, las demandas ciudadanas

El nombre de quién ocuparía el Ministerio de Economía en reemplazo de Martín Guzmán, que renunció el sábado, se vivió para gran parte de los medios, principalmente para la prensa porteña, como una cuestión neurálgica en cuanto a una vez conocida la persona efectuar evaluaciones acerca de su ideario económico y las formas en las que pueda desempeñarse para resolver las cuestiones más urgentes, en un contexto en el que algunos hasta consideraron que la crisis no solo era económica sino también tenía un carácter institucional.

 NORTE realizó un recorrido por las calles capitalinas para dialogar con la ciudadanía respecto de su mirada ante la coyuntura compleja que atraviesa el país, las cuestiones que consideran de urgente resolución como también un llamado a la clase política a priorizar la búsqueda de soluciones a los problemas estructurales que tiene la Nación antes de aportar a un internismo que amenaza la gobernabilidad en el oficialismo o bien contribuir a la consigna de ‘cuanto peor mejor‘ desde la oposición, en alusión a la relación directa de posibilidades de triunfo en las elecciones tendría el arco opositor mientras más desaciertos lleve a cabo la actual administración nacional.

En líneas generales, los que ofrecieron su testimonio dieron cuenta que la principal preocupación que tienen es que se pueda poner un freno porque no alcanza con la ‘desaceleración‘ que señala el Gobierno con el sostenido aumento en el costo de vida y la vez también generar un escenario de confianza a partir de políticas correctas con acuerdos amplios para establecer previsibilidad y estabilidad en la microeconomía.

Agostina, profesional de la medicina y emprendedora, señala que la política “no piensa en la ciudadanía” y padece el continuo aumento de costos que atenta sobremanera a la estabilidad de su empresa.

Por lo que Silvina Batakis ahora como nueva titular del Palacio de Hacienda como lo fue Martín Guzmán las inquietudes siguen siendo las mismas, en un contexto de profundo descreimiento hacia la clase política de parte de la ciudadanía al considerar lo alejado que están quienes manejan la cosa pública de aquellas cuestiones impostergables para la mayoría de los "mortales".