Call centers en el Chaco: un buen aporte al empleo registrado pero con "lado B"
Son trabajo en blanco para miles de chaqueños. No obstante, los beneficios coexisten con situaciones cuestionables.
Un dato poco conocido es que gran parte de las comunicaciones del país relacionadas con atención telefónica a clientes y usuarios de servicios es operada desde el Chaco por más de 6000 comprovincianos que trabajan en ese sector, repartidos en un total de doce call centers instalados aquí.

Nuestra provincia, en ese sentido, se consolidó en la última década y media como uno de los polos más atractivos para las empresas que se dedican a estas prestaciones. Su misión básica es atender las consultas y reclamos que se hacen a las clásicas líneas 0800, destinadas a recibir llamadas gratuitas de usuarios de telefonía, televisión satelital o por cable, conexiones de Internet y otros muchos servicios. También llevan a cabo tareas de ventas, siempre por vía telefónica.
La actividad, así, se transformó en una fuente de empleo importante y novedosa, buscada sobre todo por jóvenes que aspiran a insertarse en el mercado laboral y ven en los call centers una opción con varias ventajas: alto nivel de accesibilidad (ya que hay mucha rotación en esos puestos de trabajo y cualquier persona con estudios secundarios completos puede calificar para ellos), relación laboral en blanco (salvo excepciones denunciadas por entidades gremiales) y horarios compatibles con otros compromisos, como por ejemplo estudios terciarios o universitarios.
No obstante, también hay un ‘lado B‘ en todo esto. El trabajo en call centers tiene remuneraciones aceptables (para lo que es la realidad económica y social del Chaco) pero escasa movilidad (no hay tantas posibilidades de ascenso, si bien hoy muchas actividades comparten la misma característica); se trata de una labor estresante (la tensión por tener que atender a personas que generalmente llaman molestas por algún problema, está muy presente en el día a día); y tiene sus enfermedades típicas (se han reportado en todo el mundo casos de daño auditivo, por el uso permanente de auriculares para la atención de llamadas).
IMPORTANTE GENERACIÓN DE EMPLEO
El dato preciso indica que en el Chaco los centros de atención telefónica ocupan a 6607 personas con trabajo formalizado. Los salarios mínimos por 36 horas semanales están en el orden de 78.000 pesos (considerando haberes brutos, es decir sin los descuentos de ley). Si bien casi todas las empresas tienen a su personal en blanco y sujeto a las escalas salariales de la actividad mercantil, el Centro de Empleados de Comercio, gremio del sector, denunció que hay casos que están fuera de esos márgenes. Apuntan concretamente contra la empresa GIV, a la que acusan de pagar ‘sueldos de 28.000 pesos por 48 horas semanales‘.
Según Panorama Productivo del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), entre febrero de 2020 y febrero de 2022 nuestra provincia fue la segunda con mayor crecimiento en empleo formal privado. Con una mejora de 8,2% bianual, nos ubicamos solamente por detrás de Formosa (con 9,6%). El documento del CEP indica que el principal factor que determinó ese incremento corresponde al sector agropecuario (11,5% en dos años). En segundo lugar el rubro de Informaciones y Comunicaciones, y en tercer lugar la Construcción. En ese marco, los call centers vienen también sosteniendo la demanda de trabajadores.
Hoy el Chaco es la tercera provincia a nivel nacional con mayor número de teleoperadores. ‘La mayor parte de las comunicaciones del país son operadas en Chaco, es un servicio que exportamos desde el Estado provincial al resto de Estados provinciales de nuestra nación‘, dijo el subsecretario de Empleo, Lucas Cepeda, en diálogo con NORTE.
El secretario general del Centro de Empleados de Comercio (que nuclea a los teleoperadores), Roque Schulz, mencionó que el salario mínimo que un trabajador de call center debe percibir en el período Junio/ Julio es de 78.000 pesos aproximadamente, por 36 horas semanales.
Schulz comentó que en total son doce los call centers registrados, que agrupan 6607 trabajadores formalizados. De ellos, solamente 2626 son afiliados al sindicato. ‘Si bien las tres principales empresas no cuentan con trabajadores en negro, las demás sí -asegura el dirigente sindical-. Por lo que estimo que hay unos 9000 teleoperadores en total‘.
‘El más grave de los casos es el de la empresa GIV, que el mes anterior abonó sueldos de 28.000 pesos por 48 horas semanales. Además de tener trabajadores en negro y en un ambiente de trabajo nada propicio‘, sostuvo el secretario general.
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Lucas Cepeda, en tanto, planteó que el objetivo del área provincial de Empleo es llegar a 10.000 teleoperadores registrados en la provincia, lo cual ‘impactaría notoriamente en los indicadores de ocupación a la vez que impulsará un mayor flujo de capital en la economía local‘.
‘Es probable que la próxima semana iniciemos negociaciones con una nueva empresa, del renombre de las grandes que ya existen en la provincia (Ápex, Konecta, Atento, Teleperformance)‘, anticipó el subsecretario de Empleo de Resistencia.
En ese aspecto, el gobierno valora la manera en que estas empresas activan el mercado del trabajo, de manera sostenida desde hace más de una década, pese a las dificultades de la economía nacional.
Hay que tener en cuenta que el trabajo registrado juega un rol más que relevante en un contexto como el del Chaco.
De acuerdo con los últimos datos publicados por el Indec, el Gran Resistencia fue el aglomerado urbano capitalino del país con mayor índice de pobreza (42,3%).
Los indicadores de ocupación presentados por Indec sobre el primer trimestre de 2022 arrojaron que de un total de 419.000 habitantes del Gran Resistencia, 13.000 personas se encuentran desocupadas, 14.000 subocupadas y 27.000 personas están ocupadas pero en busca de un empleo formal. Lo cual se traduce como un 7,1% de la población del Gran Resistencia desocupada.
En ese sentido, es destacable la influencia de los call centers en nuestra región. Sin ellos, lo indicadores serían mucho más alarmantes de lo que ya son.
Sin embargo, la dinámica entre trabajadores y empresas no siempre es color de rosa, como se demuestra en el trabajo de un profesor de la UNNE, en que aclara:
"La presente investigación busca ser un aporte para mejorar dichas condiciones a partir de un proceso de conocimiento y debate sobre el tema".
Los teleoperadores y su relación con el trabajo
Marcelo Graciosi, profesor de la UNNE en las carreras de Licenciatura en Filosofía y Licenciatura en Comunicación Social, abordó el tema en un ensayo de 2014: ‘En el caso particular de la provincia del Chaco, la combinación es aún más que fructífera para la radicación de empresas de servicios de este tipo, dado que existe una altísima concentración de población urbana, pensemos que alrededor de un 40 % de la población se concentra en el Gran Resistencia, y muchos de los jóvenes que forman parte de esta población están desocupados y califican por su formación para ser teleoperadores‘.
‘La alta rotación de trabajadores en las empresas y el escaso contacto con la cuestión gremial obstaculizan una faceta organizativa’.
‘La captación de jóvenes de entre 18 y 25 años de edad para que hagan su primera experiencia laboral actúa también como una especie de mecanismo de defensa para que los trabajadores no depositen mayores expectativas en dichos empleos. La indefensión general de los jóvenes respecto de su futuro laboral es una de las principales causas para que cualquier crítica a las condiciones de trabajo sea limitada‘. Es lo que Graciosi marca en su trabajo ‘Perforando subjetividades. La ’industria’ de los call centers en el Chaco‘, publicado en 2014 en Revista Theomai.
¿QUÉ SON LOS CALL CENTERS?
Como explica Graciosi los call centers ‘son empresas de servicios que contratan personas para realizar y recibir llamadas telefónicas relacionadas con atención al cliente, ventas, telemarketing, encuestas y en general todo aquello que los contratantes demanden’.
‘Estas industrias responden a la deslocalización del capital en el marco de un mercado flexible que busca globalmente combinar bajos costos productivos, con la oferta de una fuerza de trabajo competente e hiperdisciplinada, todo ello además, en medio de un estado que facilita las condiciones de explotación de este segmento‘, plantea.
E indica que ‘es común que grandes empresas mundiales subcontraten a otras empresas de países periféricos donde se contrata mano de obra barata’.
‘Se dan casos, incluso, en que la empresa subcontratada vuelve a subcontratar constituyendo así una mayor vulneración de las condiciones de trabajo y un aumento de la plusvalía absoluta y relativa‘.
‘En la rediagramación del mapa mundial capitalista, los call center logran enormes tasas de ganancia explotando a los jóvenes que fueron expulsados del mercado laboral en los 90 (Oitman, Lisdero y Marengo, 2010: 3)‘.