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Vidal Mario

Opinión

Hace 244 nacía José de San Martín

Un espejo en el cual muy pocos líderes se miran

San Martín y su entrañable amigo Belgrano murieron hace ya muchos años, pero los dos siguen siendo espejos en los cuales hoy muy pocos líderes se miran. 

  

Ambos próceres representaban la antítesis del facilismo que desde hace décadas viene minando a la sociedad argentina.

El recuerdo de estos grandes benefactores de la patria sigue interpelando a este pueblo que se comporta como un ejército de indisciplinados, a esta sociedad donde el buen comportamiento moral está ausente, por no decir muerto.

Hoy se cumplen 244 años del nacimiento de uno de esos próceres: San Martín. Figura única e irrepetible si los hay.

Así que hoy se recuerda la gesta sanmartiniana, gesta que fue la demostración más cabal de que todo cuanto se quiera alcanzar sólo se alcanzará a través del esfuerzo.

Cuando lo designaron comandante de Granaderos a caballo donó la mitad de su sueldo a la causa, haciendo lo mismo con su sueldo de gobernador de Mendoza.

En esa provincia, dictó decretos compulsivos obligando a la solidaridad de una forma tal que hasta los muertos debieron hacer donativos. Es que él entendía que cuando la patria está en peligro, todos debemos hacer sacrificios.

Tras la determinante batalla de Chacabuco, Chile, agradecida, le otorgó un sueldo de seis mil pesos anuales. Él dispuso por escrito que hasta la última moneda de ese sueldo sea usada para financiar la siguiente expedición a Lima.

Y cuando entró allí con su ejército lo hizo en silencio, rechazando fastos y homenajes, y con el dinero que le dieron fundó la Biblioteca Nacional de Lima.

¿Qué gobernante o líder de nuestro tiempo hace hoy gala de semejantes renunciamientos y desprendimientos?

El otro "Libertador"

"En infinidad de ocasiones, San Martín ha sido y es utilizado para defender intereses bastardos, en especial a través de corporaciones y paralelismos, tratando de justificar desviaciones perniciosas de nuestro pasado lejano y reciente".

Esta frase está en el libro "¿Conoce usted a San Martín?" publicado en 1986 por el eminente cardiocirujano René Favaloro.

Uno de los que le dieron a la memoria del prócer un uso político que sobrepasó el hartazgo fue Perón. Sus partidarios llegaron al límite de afirmar que la historia argentina seguía la línea Rosas -San Martín - Perón. 

En el Congreso Nacional de Historia del Libertador General San Martín realizado en 1950 en Mendoza, con discursos de Perón y de Eva Perón, se declaró que "la Argentina de la revolución sanmartiniana es la Argentina de la revolución peronista".

Otro orador, el rector de la Universidad Nacional de Cuyo, aseguró: "Perón está completando la gesta genial de San Martín, porque nos está dando una patria justa, libre y soberana".

Endulzaron de tal manera los oídos de Perón de que era igual a San Martín, que se lo creyó. 

Tanto se lo creyó, que en mayo de 1952 se hizo dar el título de Libertador de la República.

Una comparación delirante. Porque San Martín nunca fomentó el culto a la personalidad, ni puso la plata del país en su billetera, ni huyó al extranjero a vivir como un jeque árabe.

Favaloro dijo en su libro: "Si resurgiera San Martín, caparía a lo paisano a varias generaciones de gobernantes".