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El virus no se fue

El aumento de los contagios registrados en varios países de Europa, algunos de ellos con bajas tasas de vacunación contra Covid-19, comienza a preocupar a las autoridades sanitarias. Según la Organización Mundial de la Salud, el Viejo Continente está otra vez en el epicentro de la emergencia, como consecuencia de un relajamiento de las medidas de prevención y un ritmo muy lento de vacunación.

Las miradas volvieron a posarse sobre Europa porque desde hace cinco semanas que la curva de contagios no para de crecer y porque en ninguna otra región del mundo se presenta una situación similar con la pandemia. Las cifras que informan algunos países son preocupantes: la semana pasada en Alemania se registraron más de 37.000 casos en 24 horas; Ucrania, con 24.700 contagios diarios, registró la cifra más alta en su territorio desde que comenzó la pandemia y en Rusia la variante Delta disparó la curva de contagios con 40.402 casos diarios. Este último caso no deja de ser llamativo ya que el país cuenta con vacunas suficientes para inmunizar a toda la población, pero hasta el mes pasado solo el 32% de sus ciudadanos tenía las dos dosis.

El director de la Organización Mundial de la Salud para Europa, Hans Kluge, advirtió que el continente podría sufrir en febrero cerca de medio millón de muertes más por Covid 19 si no se acelera el ritmo de vacunación en la mayoría de los países europeos y no se respetan las medidas para evitar contagios. Según el funcionario, la vacunación en todo el continente avanzó en forma muy lenta en los últimos meses, lo que dio una ventaja al virus sobre todo en los países que dejaron de exigir el uso de barbijos y relajaron todos los controles. Las autoridades sanitarias de los Países Bajos fueron las primeras en tomar nota de las advertencias y anunciaron que volverán a exigir el uso de tapabocas en espacios públicos e insistirán a la población con la necesidad de mantener la distancia social, ya que la ocupación de los hospitales con casos de coronavirus creció un 31% en la última semana.

Para el ministro de Salud de Alemania, Jens Spahn, el problema está en el desinterés de muchas personas por vacunarse. Por eso, afirma el funcionario, su país enfrenta una "pandemia de no vacunados". Por su parte, la directora de la OMS, Maria Van Kerkhove, dijo que la situación epidemiológica que atraviesa Europa debe ser una seria advertencia para el mundo. No exagera. El año pasado, cuando el organismo internacional declaró oficialmente la emergencia sanitaria global, el virus pasó de un continente a otro en pocos meses. De hecho, el Sars Cov 2 fue detectado a fines de diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, China, y en marzo ya estaba en el Chaco. Los vuelos internacionales explican en gran medida el rápido desplazamiento del patógeno de un rincón a otro del planeta. Por eso no podemos permanecer indiferentes frente a lo que por estas horas vive la población en Europa, que vuelve a ser una vez más el epicentro de la pandemia de Covid 19, con casos que se multiplican por todo ese continente.

Si bien en nuestro país hubo un importante descenso en el número de contagios, hospitalizaciones y decesos por coronavirus en los últimos meses, hay que tener en claro que el virus sigue entre nosotros y que una de las variantes, la Delta, se caracteriza por su enorme facilidad de transmisión. Pero a diferencia de Europa, en nuestra región el clima permite que la gente pase más tiempo fuera de los hogares y las oficinas, donde la posibilidad de infectarse es menor. Eso es así porque los contagios se producen por aire a través de los llamados aerosoles, que son pequeñas gotas respiratorias que una persona expulsa cada vez que tose, habla o respira. Esto quiere decir que el virus que provoca la enfermedad Covid 19 se propaga con más facilidad en espacios interiores mal ventilados.

Para algunos expertos, el descenso de casos en países del hemisferio sur se debe en gran medida a que las temperaturas permiten a la gente permanecer más horas en espacios públicos al aire libre (plazas, parques, etc.) y no tanto en los hogares o lugares de trabajo compartidos con varias personas con ventanas cerradas por el frío. A nivel local es necesario mantener todos los cuidados, y llegar con la vacuna a sectores de la población que todavía no fueron inmunizadas.