La venta de pan bajó un 70 por ciento durante el aislamiento
Algunos locales optaron por cerrar temporalmente y otros por la reducción de personal, debido a que se encuentran funcionando a la mitad de su capacidad.
Las medidas apuntadas a limitar la circulación de personas, a efectos de reducir el avance de la pandemia del coronavirus, impactaron negativamente en la economía de las panaderías de Resistencia, desde donde aseguran que las ventas bajaron un 70 respecto al mes anterior, en primer lugar, por causa de la poca circulación de dinero en efectivo, seguido por las restricciones para transitar la vía pública, que afectó a la clientela de los locales céntricos.
Para conocer los detalles de este complejo escenario, NORTE dialogó con representantes del Centro de Industriales Panaderos del Chaco, quienes afirman que la situación se torna cada vez más preocupante. “Hay locales que decidieron cerrar sus puertas temporalmente hasta que todo esto pase”, señaló Ricardo Eiden, miembro de esta entidad. Además, el empresario panadero explicó que algunos colegas suyos optaron por reducir las horas de trabajo, “debido a que hay poca producción por la pérdida de clientes”.

Para Eiden, son varios los empresarios que se ven complicados por el duro momento económico que se vivió en el mes de marzo. Si bien las ventas bajaron en general, a algunas panaderías les fue peor que otras. “El volumen de ventas bajó entre un 40 y un 70 por ciento mensual en todas las panaderías de la provincia”, expresó al respecto, y añadió que ya son varios los locales de este rubro que optaron por implementar la modalidad del delivery para tener una mayor cantidad de ingresos. “Este es un servicio que ahora está en auge gracias a la cuarentena y que antes no se explotaba”, indicó Eiden, asegurando que otros factores que perjudican las ventas son los almacenes, que ofrecen productos relacionados, y los supermercados, que tienen panificadoras propias.
Además, el referente empresarial de sector afirmó que hay panaderías que están rotando el personal “para paliar la baja demanda hasta que pase la cuarentena”, y hay otras en las que sus dueños decidieron tomar las riendas ellos mismos y están trabajando sin empleados. “Muchas panaderías han bajado su producción en un cincuenta por ciento o aún peor, algunas cerraron sus puertas por no poder hacer frente al pago a sus empleados”, sostuvo.
Sobre la cuestión de hacer frente a los compromisos fiscales, Eiden señaló que por el momento “se está recurriendo a los distintos créditos que están otorgando los bancos”, y que su sector se encuentra esperando las resoluciones del Gobierno que pueden llegar a salir respecto a los sueldos. “Por ahora no hay nada fijo, pero se está hablando mucho”, indicó.
EL PAN SE PRODUCE IGUAL EN LAS AFUERAS DE LA CIUDAD

Por su parte, Néstor Benítez, secretario general Sindicato de Panaderos Chaco, manifestó a este medio que los trabajadores de su sector se encuentran mayormente con estabilidad laboral. “Es una suerte para nosotros que este producto se consume día a día y la gente va a comprar la panadería”, indicó al respecto. En este sentido, el referente de los trabajadores panaderos expresó que “hay problemas en los negocios que están más en el centro de la ciudad, porque los consumidores no pueden llegar hasta allá por las restricciones, pero las panaderías de las afueras de la ciudad están trabajando bien”.
Además, Benítez expresó que todas las panaderías de la capital y de la provincia están tomando las medidas sanitarias correspondientes con sus empleados, “ya sea en el límite de ingreso de personas al local o en la indumentaria necesaria para atender a la gente. Tratamos de cuidar bien a los empleados”, señaló.
“El rubro nuestro es un sector que siempre supo paliar todas las problemáticas que suceden”, afirmó el sindicalista, y agregó que esperan que desde el Gobierno bajen medidas que ayuden a disminuir los efectos negativos del aislamiento. “Tenemos entendido que el Gobierno va a colaborar con las panaderías que tengan menos de cien empleados”, comentó.
Las panaderías céntricas, las más afectadas
Uno de los comercios consultados por NORTE fue la panadería La Primera, ubicada en la esquina de Pellegrini y Córdoba de la ciudad de Resistencia, una de las panaderías que más sintió los golpes económicos ni bien inició el aislamiento. “Bajamos un 75 por ciento las ventas y tenemos menos de la mitad del personal trabajando, el resto está en la casa” señaló Adriana, encargada del local, especificando que esa parte del personal se trata de “personas de riesgo”, que están en cuarentena.