La violencia empañó la definición del zonal unificado
Ganaron Nelson Frontalini, Gustavo Ranz y Óscar Cervera se coronó campeón de la Clase 1.
Ni las dos tremendas finales de la Clase 2 y del TC Chaqueño, ni el campeonato logrado por Oscar Cervera en la Clase 1, ni el récord de participantes, ni la visita del Ford Ka del campeón nacional Renzo Cerretti, ni la televisación en vivo de las finales, podrá sacar el tremendo sabor amargo que entregó la décima y última fecha del Automovilismo Zonal Unificado en el autódromo Santiago Yaco Guarnieri donde la violencia casi provoca la suspensión de la carrera.

Mucha era la expectativa por esta carrera tras varias postergaciones. Un día agobiante por la temperatura y la elevada humedad no impidió que los boxes se poblaran de público y varios corajudos se animaron al sector general. Había muchas ganas de ver automovilismo que en lo deportivo fue altamente positivo.
Clase 2: Frontalini bicampeón
Tantos fueron los inscriptos que obligaron a la realización de tres series clasificatorias en un parque de expertos del asfalto y debutantes que venían a buscar sus primeras experiencias.

Pablo Pinczuk, Nelson Frontalini y Pablo Zacarías fueron los ganadores de las series y postulantes al podio. La final fue de lucha encarnizada entre Frontalini, Carlos Bru, Sebastián Mirón en un trencito de seis autos en una baldosa. Frontalini y Bru se turnaban en la punta aprovechando la succión en la recta opuesta. No alcanza los espacios para describir maniobras antológicas de esta categoría escuela.
Las últimas vueltas fueron tremendas cuando Bru se abre y lo pasaron varios en donde Sebastián Mirón fabrico una maniobra para un cuadro cuando pasó de cuarto al puesto de escolta. Llegó el banderazo donde tan solo 31/1000 separaron al ganador Nelson Frontalini con su escolta Sebastián Mirón.
Clase 1
Con los resultados de la final de la Clase 1 Oscar Cervera pudo coronarse campeón de la clase de los Fiat 600 con motor 1.4.
TC Chaqueño: el día que se manchó el automovilismo
Nada hacía presagiar que el ambiente estuviera enrarecido. Solo la participación del subcampeón del TC Pista Mouras Lucas Carabajal salía de lo cotidiano. Y es en la primera serie donde comenzó a arder algunos rencores escondidos. Picó en punta Alexis Moschen y detrás Renci Muñoz, Fernando Fa vieron el avance de Lucas Carabajal que trató de ascender donde su produjeron roces de chapa en maniobras muy ajustadas.
Terminó la serie con el triunfo de Moschen y el puesto de escolta de Carabajal. Cuando los autos ingresaron al recinto comenzaron las corridas entre integrantes de los equipos de Muñoz y Ranz. La cosa entró en ebullición, corridas, gritos, amenazas, golpes que se corrió al propio patio de boxes. Fue el momento en que tuvimos que comprender que la violencia había invadido al automovilismo, deporte que siempre se jactó de la convivencia de las hinchadas era su legítimo orgullo.

El Chaco manchó esa consigna. Pero cuando las cosas se habían calmado, volvieron las corridas, empujones entre integrantes y adeptos de los equipos de Diego Muñoz y Adolfo Ranz. Los pocos agentes presentes no solo no controlaron la situación sino que anunciaron que se retiraban del autódromo.
Inmediatamente el comisario deportivo José Esteche anunció la suspensión de la carrera por falta de garantías. Los pilotos y equipos lo presionaron, pero una comunicación de autoridades provinciales le dieron a Esteche la seguridad que la policía concurriría para reestablecer el orden.
El comisario deportivo determinó que Diego Muñoz y Adolfo Ranz debían abandonar inmediatamente el autódromo por ser responsables de los incidentes.
La segunda serie la ganó Humberto Marinich escoltado por Diego Madzarevich. Los incidentes retrasaron sensiblemente la final del TC Chaqueño que se disputó sin la presencia de Lucas Carabajal que se retiró del autódromo.
La ganó Gustavo Ranz con Ford quién herido en su orgullo por la sanción a su padre construyó un triunfo a capa y espada en la última vuelta (casi a oscuras) sobre Walter Belich y Fernando Fa.
Hoy el automovilismo del Chaco se manchó con la violencia, de la que creía estar exenta. Fue un espectáculo lamentable del que solo sanciones ejemplificadoras podrán desterrar este flagelo de las pistas y de los boxes para volver dar ejemplos a los muchos jóvenes que abrazaron este deporte.400
El TC Chaqueño brindó un gran espectáculo a pesar de ser el centro de los incidentes.