Francia: “chalecos amarillos” no se conforman con el retroceso de Macron
El gobierno seguía intentando apaciguar por miedo a un estallido de violencia en las protestas de este sábado. El clima de descontento general se extiende a otros sectores.
París, 6 (AFP) - Las convocatorias a marchar sobre París proliferaban en las redes sociales y la mayoría llaman a los Campos Elíseos, epicentro de las últimas manifestaciones que culminaron en enfrentamientos con la policía. El primer ministro, Édouard Philippe, reiteró un llamado a no congregarse en París para manifestar.

El objetivo “no es prohibirles que se expresen”, sino “evitar que caigan en la trampa tendida por los alborotadores”, dijo. Más tarde se anunció el despliegue de “recursos excepcionales”: 65.000 policías y otros miembros de fuerzas de seguridad serán movilizados en todo el país. El ministerio del Interior dijo que “constata una verdadera radicalización” de los “chalecos amarillos”.
¿Efecto contagio?
Las protestas de los “chalecos amarillos”, que expresan la cólera de los franceses que no llegan a fin de mes, están causando un efecto contagio y se expanden a otros sectores, principalmente entre los estudiantes. Unos 200 colegios de secundaria y escuelas, así como algunas universidades están bloqueadas o afectadas en todo el país. Los estudiantes protestan contra la reducción del bachillerato y el aumento de obstáculos para el acceso a las universidades.
“Las situaciones son muy variadas, con bloqueos totales o parciales, barricadas para controlar el acceso, neumáticos quemados”, dijo un funcionario del ministerio de Educación. Miles de personas con máscaras antigás lanzaron cócteles molotov, incendiaron contenedores de basura y se enfrentaron con la policía en varias ciudades del país. Hubo 146 detenidos frente a un establecimiento de secundaria en los suburbios de París.
Los bloqueos siguen siendo “minoritarios”, pero están sostenidos con “mucha violencia”, señaló el ministro de Educación Jean-Michel Blanquer. El principal sindicato de agricultores anunció manifestaciones todos los días de la próxima semana y dos sindicatos de camioneros también convocaron a una huelga indefinida desde el domingo por la noche.
Escuelas y museos cerrados
Un representante de los “chalecos amarillos”, Benjamin Cauchy, pidió al presidente Emmanuel Macron reunirse con una delegación de este movimiento para “calmar” la situación, que según él, “Lleva al país al borde de una guerra civil. Queremos que se reúna con nosotros para negociar sobre el poder adquisitivo, que es lo que sustenta toda esta ira”, dijo Cauchy.
Macron, cuyo índice de aprobación está en su peor nivel desde que llegó al poder en 2017, no se ha pronunciado públicamente sobre la peor crisis de su presidencia. Su gobierno anunció que no aumentarán los impuestos a los combustibles en 2019. Pero a pesar de la concesión, la cólera sigue “incontrolable”, admitió Edouard Philippe.
“Macron pateó el hormiguero, la gente pensó que iba a cambiar las cosas y aumentar el poder adquisitivo, y pasó todo lo contrario”, estima Joël, un jubilado de 66 años en un piquete cerca de Metz. Varios museos cerca de los Campos Elíseos y Arco del Triunfo, que sufrió graves daños el sábado pasado, anunciaron que permanecerán cerrados el sábado. Algunas escuelas de la zona han suspendido también las clases ese día. Asimismo, el partido de fútbol del París Saint-Germain contra el Montpellier, previsto para el sábado, también ha sido aplazado a petición de la policía de París.