Bronca y desilusión en el barrio San Pedro Pescador por la demora en el inicio de las defensas
Bronca, desilusión y descreimiento. Esos tres sentimientos conforman el semblante de los vecinos del barrio San Pedro Pescador que, a pesar del anuncio con bombos y platillos hace casi un mes y medio, continúan esperando el inicio de las obras de defensa que proveerá a la histórica barriada ubicada a la vera del puente General Belgrano de las defensas necesarias para paliar los efectos de un río Paraná cada vez más voraz.
La historia se ha repetido más de una vez. Funcionarios de los Gobiernos nacional y provincial se acercan a los vecinos, expresan buena voluntad por avanzar con una solución integral, pero a la hora concretar los trabajos, la cuestión no supera el voluntarismo de los más comprometidos y la desidia de otros tantos.
“La verdad, ya no espero nada: lo poco que puedo, lo hago con mi esfuerzo porque el río está cada vez más cerca. Ojalá esta vez sea en serio y se hagan las defensas, eso es lo que queremos todos, pero los días pasan y acá está todo parado”, sintetizó Luis Blanco, un treintañero que vive con su familia a poco menos de 4 metros de la barranca.

Punto muerto
La obra fue licitada el año pasado y adjudicada a la empresa Permofar S.A. que alcanzó a montar parte de un obrador, y un pontón frente a la zona más crítica del barrio.
A principios de abril, el coordinador para el NEA del Plan Belgrano, Víctor Zimmermann, confirmó el inicio de las obras de construcción de las defensas en el barrio San Pedro Pescador, jurisdicción de Colonia Benítez. La contratista inició los trabajos con la colocación de tablestacas pero no pudo avanzar mucho más.
Es que las autoridades provinciales entendieron que antes de iniciar la parte más importante de la obra era pertinente realizar algunos estudios complementarios y eso es lo que le encomendaron a la empresa. Básicamente, la APA requiere un estudio de la erosión en las trablestacas por la corriente del Paraná a la altura del barrio por un importante banco de arena acelera la velocidad de la corriente. Además pretenden que la empresa tome como parámetro las crecidas de los últimos cien años para determinar la envergadura de la obra.
El lunes, las partes se reunieron en el segundo piso de Casa de Gobierno pero, según pudo saber este matutino, la información aportada por la empresa no conformó por lo que deberá profundizar los estudios previos antes de poder continuar con los trabajos de campo en la barriada que pertenece a la comuna de Colonia Benítez.
“Esta obra es trascendental para las familias que habitan en la zona, con lo cual, queremos hacer un trabajo que esté a la altura de las circunstancias, y no avanzar con una obra que en cinco años nos dé dolores de cabeza”, explicó el titular de la APA, Francisco Zisuela. Sin embargo, la celeridad no parece ser una prioridad para el organismo provincial.
Repetida espera
NORTE recorrió las cuadras más complicadas por el avance del río en el barrio San Pedro Pescador. La tranquilidad de la media mañana del miércoles contrasta fuertemente con lo que tendría que ser una zona de movimientos constantes de hombres y máquinas por estos días.
Luis Blanco explicó a este matutino que “cada vez que hay anuncios de obras en el barrio la gente se ilusiona, pero ya fueron tantos los intentos fallidos que realmente ya no esperamos nada”.
El vecino indicó que hace un tiempo instalaron el pontón frente a una de las casas más complicadas del barrio, que si bien tiene actividad, es el único indicio de avance de la obra.
Su casa está a escasos cuatro metros de la barranca. “El río se viene y yo hago lo que puedo, con lo que tengo, ya no pido nada ni espero nada de nadie; lo único que pido es que esta vez cumplan las promesas y concreten las obras porque es realmente desesperante la situación que pasamos las familias que habitamos esta zona”, reclamó.
Según los propios habitantes del barrio, son cinco las casas que se encuentran en condiciones de extrema urgencia, pero en el corto plazo serán muchas más si las obras no se terminan.
El referente de la Asociación de Pescadores del Chaco (Asopecha), Roberto Berh, fue más allá. “¿Cómo van a comenzar una obra sin saber lo que hay debajo?, se preguntó al momento que mercaba como un error de procedimiento importante en el que habría incurrido la empresa contratista”.
También apuntó que la asociación gestionó además de las obras la instalación de un destacamento policial, una oficina de Registro Civil, una oficina del Correo y un cajero; pero se encuentran a la espera de las respuestas.
Berh aseguró que los vecinos están “podridos” de ver el desfile de funcionarios y promesas. “A mí nadie tiene que venir a contarme nada, acá sólo vamos a creer cuando veamos el trabajo terminado y las familias puedan comenzar a vivir un poco más tranquilas”, sintetizó.