El ascenso criminal de "Shakira": la joven que se convirtió en jefa narco en Argentina
Su nombre real es Karla Yanireth Sarmiento y tiene apenas 25 años. Según la policía de Buenos Aires, detrás de su inofensiva apariencia escondía sus vínculos narcos.
La reciente detención de la peruana Karla Yanireth Sarmiento, más conocida en el mundo del hampa como "Shakira", destapó una historia de drogas, armas y violencia. Su captura se produjo este martes 12 de setiembre en la capital argentina de Buenos Aires, donde -según información policial de ese país- lideraba una peligrosa red dedicada al narcomenudeo.

La historia de "Shakira", una migrante de apenas 25 años, es bastante inusual. No posee antecedentes penales ni policiales y mucho menos su nombre ha estado vinculado antes con el tráfico ilícito de drogas o alguna otra actividad delictiva, informaron las autoridades argentinas.
Cuando la detuvieron, los oficiales argentinos se dieron con la sorpresa que su historial estaba completamente limpio, sin condenas ni denuncias en su contra o sospecha de tener vínculos con la criminalidad organizada.
Pese a lo pulcro de su pasado, según fuentes policiales de Buenos Aires, alias "Shakira" se las arregló para tener un ascenso meteórico en el mundo de la droga, al punto de llegar a ser considerada una jefa narco en la zona de Villa Fraga, localidad de Chacarita, donde presuntamente operaba con otros peligrosos miembros de su banda.

Tenía peligrosos guardespaldas
La policía extranjera la señala como la supuesta responsable de concretar las ventas de pases de cocaína de alta y baja calidad en el corazón de Argentina. Las transacciones, de acuerdo con las investigaciones, "Shakira" las hacía con guardespaldas, para cerciorarse que el dinero llegue completo y que las mafias de la droga rivales no se metan en su plaza.
Vecinos de Villa Fraga describen a la peruana como una persona frívola, a la que no le importaba quitar del camino a todo aquel que se le cruzara y tentara estropear sus planes. No era de ensuciarse de sangre las manos, pues para eso tenía a su brazo armado que se encargaba del trabajo sucio.
Aunque aparentemente lo incautado por la Policía argentina sería minúsculo en comparación con otros golpes al narcotráfico, las autoridades tienen la certeza de que esto solo sería la punta de iceberg.