Dientes apretados: de qué se trata el bruxismo y qué síntomas considerar
Apretar los dientes al punto de hacerlos rechinar es algo que podemos hacer habitualmente mientras estamos dormidos o incluso despiertos. ¿Qué daños provoca?
El bruxismo es un trastorno que hace que quien lo padece apriete los dientes con fuerza, al punto de hacerlos rechinar o crujir. Es algo que se hace de manera casi inconsciente, tanto estando la persona despierta (bruxismo diurno) o dormida (bruxismo nocturno).

No suele tener consecuencias graves pero sí provoca daños y alteraciones.
DE QUÉ SE TRATA
El bruxismo nocturno se considera un trastorno relacionado con el sueño. Las personas que aprietan o rechinan los dientes mientras duermen tienen más probabilidades de padecer otros trastornos del sueño, como roncar o sufrir apnea del sueño.
Es posible que no se requiera tratamiento para el bruxismo leve. Sin embargo, en algunas personas, el bruxismo puede ser frecuente y lo suficientemente intenso como para producir trastornos de la mandíbula, dolores de cabeza, daños en los dientes y otros problemas.
Los síntomas pueden ser:
-Rechinar o apretar los dientes, con un sonido que puede ser tan fuerte como para despertar a la persona que duerma al lado.
-Dientes aplanados, fracturados, partidos o flojos, y esmate dental desgastado.
-Mayor dolor o sensibilidad dental.
-Músculos de la mandíbula cansados o rígidos.
-Dolor o inflamación de mandíbula, cuello o rostro.
-Dolor similar al dolor de oído.
-Lastimaduras por morder la parte interna de la mejilla Consulte con el dentista o con un médico si tiene alguno de los síntomas mencionados anteriormente. También pueden darse en niños.
CAUSAS IMPRECISAS
Todavía no se sabe del todo qué es lo que causa el bruxismo, pero puede deberse a una combinación de factores físicos, psicológicos y genéticos.
El bruxismo cuando se está despierto puede deberse a la ansiedad, el estrés, la ira, la frustración o la tensión, o un hábito durante la concentración profunda.
El bruxismo durante el sueño puede deberse a la actividad de masticar relacionada con el sueño y asociada con despertarse durante el sueño.
El bruxismo intenso puede provocar daños a los dientes, los arreglos dentarios, las coronas o la mandíbula; dolores de cabeza relacionados con la tensión; dolor de cuello o facial intenso; o trastornos que aparecen en las articulaciones temporomandibulares, que se encuentran justo delante de los oídos y que pueden sonar como un chasquido cuando se abre y se cierra la boca.
LOS TRATAMIENTOS
El tratamiento del bruxismo depende de la causa y la gravedad del problema, pero las opciones habituales son:
Abordaje psicológico: el estrés, el mal manejo de la ira y la ansiedad son factores que pueden provocar el bruxismo. El abordaje psicológico tiene como objetivo dar un mejor manejo a las crisis personales .
Tratamientos odontológicos: el dentista puede sugerir algunos complementos para cuidar la salud oral, como protectores o férulas dentales, que se colocan sobre los dientes (durante las noches, por ejemplo, si el bruxismo se manifiesta en las horas de sueño).
Medicamentos: algunos medicamentos pueden ayudar a relajar los músculos de la mandíbula o a tratar el dolor. Es un abordaje que se suele evitar por sus efectos secundarios potenciales.
Botox: La toxina botulínica se puede inyectar directamente en el músculo masetero para disminuir su actividad. Esto puede aliviar el bruxismo en algunos casos, pero es una terapia incipiente ya que se necesita más investigación al respecto.