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La educación formal y el mundo laboral

A algunas empresas les resulta difícil conseguir trabajadores calificados que cuenten con las habilidades que requiere el puesto vacante.

Para algunos estudiosos del fenómeno, este desajuste entre la oferta y la demanda en el mercado laboral podría estar relacionado con la incorporación de nuevos dispositivos tecnológicos en las cadenas de producción. Para otros, en cambio, la alta informalidad y los retrocesos en materia educativa son dos factores clave que hay que tener en cuenta a la hora de resolver el problema.  

El viernes pasado el gobierno nacional anunció la finalización de la primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner y realizó un acto para mostrar la última soldadura del ducto, en el tramo que está a la altura de la provincia de La Pampa. Aunque las noticias sobre este hecho se enfocaron, como es lógico, en la importancia que la obra tiene para revertir el déficit de la balanza energética, no es mucho lo que se reflejó sobre la titánica tarea de los técnicos y operarios con alta calificación, de distintas nacionalidades, que participan de los trabajos y menos aún se habló sobre las dificultades que tuvieron que sortear las áreas de recursos humanos de las empresas que operan en el yacimiento de Vaca Muerta para conseguir mano de obra altamente calificada. Salvando las distancias, tanto geográficas como de envergadura de las obras, hace unos años una empresa chaqueña tuvo que contratar un soldador especializado de otra provincia debido a que en el mercado laboral local no conseguía trabajadores con las habilidades requeridas para la tarea.

El problema, hay que decirlo, no es exclusivo de nuestra provincia. Según el informe "El futuro del trabajo y los desajustes de habilidades en América Latina", elaborado por Sonia Gontero y Rafael Novella y publicado por la Cepal, en América Latina y el Caribe, una importante proporción de empresas declaran tener serias dificultades para encontrar trabajadores debidamente cualificados que cuenten con las habilidades necesarias para el trabajo. En ese documento se observa, por otra parte, que el tema de los desajustes de habilidades es uno de los principales problemas sociales y económicos de nuestro tiempo, principalmente en lo que se refiere a las brechas de habilidades, es decir, la falta de trabajadores en el mercado laboral que cuenten con las habilidades necesarias. "El desajuste entre la oferta y la demanda de habilidades se considera una de las principales causas de los persistentes niveles de desocupación, la baja productividad y las dificultades para ocupar las vacantes laborales.

Este debate se ha potenciado en un contexto de rápidos avances tecnológicos, en el que se espera que las nuevas tecnologías demanden nuevas habilidades y procesos de adaptación a los trabajadores", agrega el informe de la Cepal, en el que se advierte también que las deficiencias y desigualdades del sistema educativo (pese a la mejora en el acceso a la educación experimentada en el último decenio), así como la limitada disponibilidad y pertinencia de los programas de capacitación, explican en parte la escasez de habilidades denunciada por los empleadores. "En principio, la brecha de habilidades podría indicar una economía dinámica que genera una demanda constante de habilidades nuevas, por ejemplo, como consecuencia de los avances tecnológicos. En América Latina y el Caribe, sin embargo, los sistemas de educación y formación profesional no han demostrado ese dinamismo para adaptarse rápidamente y proporcionar las habilidades demandadas.

Las brechas de habilidades implican un uso ineficiente de los recursos humanos disponibles en una sociedad", plantea el documento.  A nivel local, uno de los tantos desafíos que enfrenta nuestro país en materia educativa es que las carreras que forman a los futuros profesionales que más se necesitan para apuntalar el desarrollo nacional son, paradójicamente, las que menos estudiantes tienen. Para finalizar, retomamos una reflexión del documento de la Cepal, que observa que "en un contexto de avances tecnológicos acelerados, es posible que los desajustes entre las necesidades del mercado laboral y la oferta disponible se intensifiquen, lo que afectaría principalmente a los trabajadores más vulnerables con menor capacidad para adaptarse rápidamente".

No se trata de rechazar las innovaciones tecnológicas y su potencial de ofrecer nuevas oportunidades de empleo, sino de incrementar la productividad de los trabajadores y facilitar la adquisición de nuevas habilidades a través de aprendizajes más flexibles.