Diluvia en el norte de Corrientes y los registros superaron los 40 milímetros
Decenas de brigadistas de distintos puntos del país tuvieron que abandonar los focos de incendio de los alrededores de la zona de Santo Tomé, en Corrientes, por la llegada de un frente de tormenta eléctrica.
El miedo de que cayeran rayos y que no lloviera, lo que incrementaría las llamas, se disipó pasadas las 17 de este jueves, cuando finalmente se largó un diluvio, la ayuda del cielo tan esperada.

El pronóstico anticipaba un día antes tormentás eléctricas con chaparrones que finalmente llegaron y no fueron chaparrones sino precipitación abundante. El agua cayó con todo dicen los primeros informes aparecidos en redes sociales. Justo cuando habían nacido nuevos focos en los campos circundantes de la ciudad de Santo Tomé: en San Benito y en las estancias Casualidad y Pirizal, a unos 45 kilómetros del casco urbano camino a la Colonia Carlos Pellegrini, en los esteros del Iberá, donde también llovió aunque bastante menos.
45 MM EN SANTO TOME
La lluvia cayó en el momento más crítico del incendio de campos y a las 17 se se habian registrado 45 milómetros en las inmediaciones de Santo Tome y algo menos en la zona central de la provincia.
Las llamas que se veían a kilómetros dejaron de estar presentes y la columna de humo negro (signo de que se está quemando mucha vegetación y verde, como las copas de los árboles) se volvió blanca por el efecto de la evaporación del agua.
La presencia de abundantes rayos hizo que los brigadistas buscaran refugio en estalecimientos de la zona ya que la mayoria estaban en los caminos vecinales apagando focos en medio de la extensa llanura casi sin árboles.
A eso de las 17 hubo un acuerdo entre todos los brigadistas de salir de la zona, lloviese o no. El peligro de la tormenta eléctrica podía complicar todavía más las cosas.
LA LLUVIA DE TODO EL AÑO
El diario Infobae citando a fuentes del Servicio Federal del Manejo del Fuego a Infobae, indicó que a las 18.50 ya habían caído 44,60 milímetros en la zona de Santo Tomé, en un día que fue agobiante, con casi 42 grados de temperatura máxima.
Para dar cuenta de la sequía, lo que llovió solamente esta tarde es la mitad de todo lo que llovió en 2022 en esta zona.
El problema es que en el resto de las estaciones está tirando menos de 10 milímetros, sobre todo la zona centro donde están los focos del Iberá comentó Jorge Heider, director de Planificación y Prevención del Servicio, que depende del Ministerio de Ambiente nacional pero el alivio en Santo Tomé permite dedicarse a otras zonas.