El amor también puede doler en el bolsillo: los divorcios más caros
Algunas de las separaciones más resonantes tuvieron de por medio sumas de dinero a la altura de tanto ruido y tanta fama.
“Pensá bien antes de casarte”. El consejo que millones de madres y abuelas dieron a lo largo de la historia de la humanidad es más valioso aún en el mundo de las estrellas del espectáculo, sobre todo si hablamos de las de Hollywood. Allí algunos de los divorcios más resonantes han tenido también una significación económica de gran magnitud.

En ese terreno, quien parece llevar la delantera es Mel Gibson. El actor y director debió repartir a medias un patrimonio personal de más de 800 millones de dólares con su esposa, Robyn Moore, cuando ambos decidieron separarse.
Se habían conocido muy jóvenes en un consultorio odontológico. Estuvieron juntos 30 años.

SORPRESAS
Pero si bien los divorcios sorprenden cuando hay décadas de convivencia de por medio, también lo hacen cuando los vínculos no acumulan tanto tiempo pero parecen sólidos.

Fue lo que sucedió con Tom Cruise y Nicole Kidman.
Aparentemente, la creencia de él en la extravagante cienciología los volvió incompatibles. El divorcio hizo que Kidman se fuese con unos 80 millones de dólares y algunas propiedades.
Menos sorpresa provocó la ruptura entre Madonna y el actor y director británico Guy Ritchie. Él dijo que ella era insoportable en la convivencia diaria, y se llevó 76 millones de dólares.

Steven Spielberg, uno de los directores y productores más exitosos de la historia, se separó siendo joven de su primer gran amor, la actriz Amy Irving. Ya había ocurrido el gran suceso de la película ET, y Steven tuvo que pagar 100 millones de dólares para sellar e final de la relación.
Una curiosidad: él y Amy habían firmado un acuerdo prematrimonial que podría haberle facilitado los compromisos a él, pero había sido redactado y refrendado... sobre una servilleta, por lo cual el juez del divorcio no le dio validez.
CIFRAS RÉCORD
Otro divorcio de alta gama fue el de Harrison Ford y Melissa Mathyson, en el cual ella recibió 118 millones de dólares. No era para menos, llevaban casi dos décadas juntos.

Un poco menos, 16 años, llevaban compartidos Kevin Kostner y Cindy Silva. Él había logrado el suceso de “Danza con lobos” cuando decidió terminar con la relación. Pagó a su ex unos 80 millones de dólares.
Michael Douglas pagó 45 millones a Diandra, su mujer, cuando se separaron. Nadie podría decir que fue injusto. Ella estuvo con él 23 años que en gran medida fueron un tormento por las adicciones y excesos del complicado pero talentoso Michael.
Otro que pagó sus culpas fue Arnold Schwarzenegger, que debió indemnizar a su esposa Pam Shriver con unos 200 millones de dólares cuando ella decidió alejarse de él tras haber descubierto que la había engañado y que de esa relación clandestina había nacido un niño.
Con todo, el mundo del espectáculo está muy lejos de equiparar los montos en juego en los divorcios de los grandes magnates del mundo empresarial y financiero. El mejor ejemplo es el divorcio del dueño de Amazon, Jeff Bezos, que pagó a su ex unos u$s 35.000 millones.