La vacuna china ofrece más ventajas para provincias cálidas como el Chaco
El director del laboratorio aliado al desarrollo chino Sinopharm habla del reto de producir, conservar y distribuir millones de dosis.

El director general del laboratorio ELEA Phoenix explicó dos ventajas de la vacuna china contra el coronavirus Sars-Cov-2.
La Sinovac es la más fácil de transportar y la que mejor logística tiene: se conserva a 2 a 3ºC, facilitando su almacenamiento y soporta hasta dos semanas fuera de una heladera siempre que la temperatura ambiente no supere los 45ºC. “Estas dos características la convierten en un producto muy interesante a la hora de pensar en una vacunación en nuestro país” señaló Eduardo Spitzer a radio Con Vos.
Para un laboratorio internacional producir con control de calidad y distribuirla a nivel mundial manteniendo la cadena de frío representa un esfuerzo descomunal. Un enorme desafío que continúa hacia cada territorio: la logística interna de cada país. Para la Argentina es un objetivo realizable pero complejo llegar a 12 millones de personas en un mes. Spitzer repara que la vacuna china correría con ventaja: “En el país estamos entrando en un verano que sabemos va a ser más cálido que otros. La logística para provincias como Chaco y Formosa, con más de 35 grados en promedio va a ser un gran desafío”, subrayó.
Con experiencia de voluntarios argentinos en fase 3 con la fundación Huésped y una red de vacunatorios de Buenos Aires el científico destaca que otra de las virtudes de la vacuna Sinovac es que viene en una jeringa ya fraccionada, a diferencia de otras que primero hay que preparar.

Con las negociaciones avanzadas en la Argentina pero sin detalles sobre cantidades y tiempos de entrega, el licenciado en Ciencias Biológicas afirma que hace falta más de una vacuna para contener a una población tan diversa. “No todas las vacunas son compatibles con distintas condiciones”, repara. Especialmente en personas inmunocomprometidas, pacientes con HIV, poblaciones pediátricas o de adultos mayores.
“Hay distintos tipos de vacunas (adenavirus, inactivadas o genéticas) que nos permiten tener un abanico de tratamientos”, continúa.

El producto desarrollado por la empresa público privada Sinopharm ya se aplicó a 1.200.000 personas en China, y fue aprobada en Emiratos Árabes Unidos, con unos 35.000 voluntarios (de 45.000) que finalizaron sus estudios clínicos.