“Es desmesurado hablar de una hiperinflación dentro de dos meses”
El investigador Rubén Serruya valora regulaciones y medidas de contención estatal durante la pandemia y desestima tendencias alarmistas.
A partir de varias publicaciones en medios nacionales sobre perspectivas económicas para el país en lo que resta del año, NORTE pidió una opinión al economista Rubén Serruya. Marcando distancia de quienes plantean un escenario preocupante afirma que “hablar de hiperinflación es algo muy desmesurado y no tiene en cuenta la coyuntura actual”.
En declaraciones al diario Ámbito el director ejecutivo de Seido, Matías Carugati, cree que una vez normalizada la actividad, los precios volverán a crecer a un ritmo mayor al actual. “Para el segundo semestre se prevé una aceleración que se sentirá en los precios”, afirmó hace cuatro días. Un día antes el mismo medio editó un plateo similar: “aunque la mayoría de los economistas evita hablar de hiperinflación, la represión de precios en algún momento necesitará aflorar”.
Serruya disiente con esa mirada.“Decir que pueden dispararse los precios en uno o dos meses me parece una locura. Hay que tener en cuenta que para que se produzca una hiperinflación se tiene que ver un aumento acelerado de precios mes a mes”, contesta.
Además no comparte la mirada de quienes sostienen que la inflación es consecuencia directa de una emisión monetaria. “Que la emisión provoque inflación es una afirmación propia de un pensamiento ortodoxo. Hoy tenemos controles que regulan el mercado y con emisión se inyecta dinero en la economía para que la gente tenga plata para gastar en quioscos, almacenes y diversos comercios”.
“Mientras se regule ese dinero ante una oferta monopólica, como algunas cadenas de supermercados, no puede haber hiperinflación ni va a generarse una inflación sostenida”, definió.
“Tranquiliza saber que existe un
programa nacional de reactivación”

Además de marcar la necesidad de que se inyecte dinero en el mercado interno para poder reactivar la economía el economista asegura que todo el proceso va a depender del programa que impulsa el gobierno nacional.
“Tranquiliza saber que hay un programa económico del gobierno nacional para reactivar la economía. Se está viendo cómo será el escenario pospandemia con la emisión monetaria, la inflación, el déficit fiscal y la deuda; no son ningunos improvisados”, afirma.
No obstante Serruya admite que todavía no se puede hablar de crecimiento este año, solamente de sostener la economía y para ver cómo empezar a crecer habrá que esperar hasta la segunda parte del año que viene.
De dónde provendrán los recursos
Otro de los puntos en análisis es cómo hará el gobierno nacional para seguir sosteniendo la prestación de servicios indispensables sin ingresos fiscales. En otras palabras implica ver cómo financiar lo que la mayoría conoce como gasto público y que Serruya denomina ‘inversión pública’.
“Prefiero llamarla así porque considero que áreas sectores como salud, educación, vivienda y trabajo tienen que financiarse”.
De regreso a Ámbito de esta semana el panorama es el siguiente: la economía cae a un ritmo del 5% anual en el primer trimestre y se espera que lo haga al 15% en el segundo. Más del 36% del PBI está complicado por las restricciones sanitarias y su recuperación depende del consumo interno y la exportación (comercio no alimentos, transporte y comunicaciones, entretenimiento, residuos, madera, papel, plástico, industrias textiles y calzado, turismo y automotriz); otro 16% del PBI está en serias dificultades porque depende de la inversión (construcción, siderurgia, maquinaria, petróleo y minería) y el 25% restante (salud, educación, sector público y actividades inmobiliarias) no gravita y es afectado de manera heterogénea.
Ante este panorama el sostenimiento puede provenir de un endeudamiento o de recursos genuinos que en este momento no se tienen porque la recesión los hizo caer. Entonces la opción más probable es acudir a organismos internacionales.
“Se está hablando de unos créditos del Fondo Monetario Internacional que están disponibles para políticas públicas. Eso permitiría seguir con la misma dirección en medio de una recesión global”, señala.
