Para ver esta nota en internet ingrese a: https://www.diarionorte.com/a/183119

Los riesgos de llevar una vida sedentaria

En países de ingresos medios como la Argentina, Brasil, Chile y Colombia, entre otros que entran en esa clasificación, hay un impacto desproporcionado de las enfermedades cardiovasculares.

Así lo asegura una investigación publicada en la revista médica The Lancet, que plantea la necesidad de que estas naciones inviertan una mayor proporción de su PBI en la prevención y la gestión de enfermedades no transmisibles, incluidas las cardiovasculares.
Debe recordarse que la Argentina es una de las naciones que registra mayores índices de sedentarismo en su población, tal como lo advierte un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que revela que nuestro país está entre los 20 países que padecen este problema que es una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares.

Pero volviendo a los estudios publicados por The Lancet, los hallazgos muestran evidencia de una nueva transición epidemiológica global entre diferentes tipos de enfermedades crónicas. En ese sentido, el trabajo de los científicos confirma, además, que la enfermedad cardiovascular sigue siendo la principal causa de muerte en todo el mundo entre los adultos de mediana edad (un 40 por ciento de todas las muertes).

Pero se observa también que ese ya no es el caso en los países de altos ingresos, donde el cáncer registra el doble de muertes personas por esa causa que por las afecciones al corazón. Los investigadores consideran, por otra parte, que el cáncer podría convertirse en la mayor causa de muertes del mundo en pocas décadas si persisten las tendencias actuales.

Uno de los autores del trabajo de investigación publicado en la revista The Lancet, el profesor Gilles Dagenais,de la Universidad Laval de Quebec en Canadá, dijo que los estudios hallaron que el cáncer fue la segunda causa más común de muerte en todo el mundo en el año 2017, representando el 26 por ciento de todas las muertes.

Por otra parte observó que a medida que las tasas de enfermedades cardíacas continúan disminuyendo, el cáncer podría convertirse en la principal causa de muerte en todo el mundo, dentro de solo unas pocas décadas.
Según los investigadores, de unas 55 millones de muertes en el mundo en 2017, alrededor de 17,7 millones se debieron a enfermedades cardiovasculares, un grupo de afecciones que incluyen insuficiencia cardíaca, angina, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.

En ese sentido, explican que alrededor del 70 por ciento de todos los casos y muertes cardiovasculares se deben a riesgos modificables como presión arterial alta, colesterol alto, dieta, tabaquismo y otros factores de estilo de vida.

Según Dagenais estos hallazgos sugieren que las tasas más altas de muertes por enfermedades cardíacas en los países de bajos ingresos pueden deberse principalmente a una menor calidad de la atención médica. Además, la investigación reveló que las tasas de primera hospitalización y el uso de medicamentos para enfermedades cardíacas fueron significativamente menores en los países más pobres y de ingresos medios que en los países ricos.

La enfermedad cardiovascular es la que afecta al corazón y las arterias, siendo la arterosclerosis su principal causa. Esta se define como el depósito de placas de colesterol en el interior de las paredes de las arterias, provocando su obstrucción y comprometiendo la llegada de la sangre a órganos vitales como el corazón, el cerebro y el riñón.

El tabaquismo, los niveles elevados de colesterol, triglicéridos y otras sustancias grasas en la sangre, así como la presión arterial elevada, la diabetes, la obesidad, la falta de ejercicio físico y el estrés crónico, figuran entre las principales causas de las enfermedades cardiovascular, coronaria y cerebrovascular.
Debido a que en nuestro país estas enfermedades tienen un alto impacto en la población, es necesario que la comunidad tome conciencia de la importancia de adoptar medidas de prevención, como abandonar el hábito de fumar, reduzca al mínimo el consumo de alimentos con un contenido alto de hidratos de carbono y sal; controlar en forma periódica los niveles de presión arterial, el colesterol y la azúcar en la sangre, para mantenerlos bajo control con el tratamiento indicado por el médico.

Es importante, además, que se realicen ejercicios físicos al menos 30 minutos diarios, la mayor parte de los días de la semana o todos los días, de ser posible. También se recomienda bajar de peso si se tiene sobrepeso y mantener un peso saludable, además, por supuesto de consular periódicamente al médico.

Temas en esta nota

salud sedentarismo